Los cuerpos antidrogas del Ministerio de Seguridad Pública operan confiados en su olfato policial para tratar de detectar cargamentos de droga que las organizaciones narcotraficantes movilizan por nuestros puertos.
La última vez que se intentó usar los dos escáneres donados por China hace 10 años fue entre enero y junio del 2016, cuando se determinó que el equipo de $6 millones (unos ¢3.420 millones) no servía debido a fallas mecánicas y tecnológicas.
A esa conclusión se llegó después de un plan piloto en Limón, ejecutado por el Servicio Fitosanitario del Estado, y de inversiones millonarias en mantenimiento y reparaciones por parte del Ministerio de Hacienda; desde entonces, el equipo quedó embodegado.
Ninguna de las tres administraciones que gobernaron el país desde que llegaron los escáneres (Arias, Chinchilla y Solís) pudo ponerlos a funcionar, pese a que desde el 2012 se invirtieron ¢210 millones anuales para su mantenimiento y, a finales del 2015, se capacitó a 27 funcionarios de Aduanas, de la Policía de Control Fiscal y de otros entes para su operación.
Dos directrices del Ministerio de la Presidencia de la administración Solís Rivera (N.° 029-MP y N.° 096-MP-COMEX-MAG) insistían en la urgencia de usar los equipos e involucraban a más de 10 instituciones estatales. Al final, nada se logró.
Una evidencia de su necesidad es que solo en los primeros 10 días de este mes en Moín, Limón, la Policía de Control de Drogas (PCD) detectó 706 kilos de cocaína en dos barcos procedentes de puerto Turbo, en el Caribe de Colombia.
La droga estaba en embarcaciones con banderas de Italia y de Bahamas; esta última tenía como destino puerto Barrios, en el Caribe de Guatemala, hasta donde llevaría la droga camuflada en un cargamento de semilla de papa.
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Para detectar los cargamentos de estupefacientes, la Policía confía en la experiencia de los oficiales de la PCD, en la ayuda de la Policía Internacional o en alguna pista que llegue.
Compra de nuevos equipos
El diputado liberacionista David Gourzong, miembro de la Comisión de Seguridad y Narcotráfico, atribuye a la falta de capacidad gerencial la imposibilidad de usar los equipos. Ahora aboga por comprar modernos escáneres y ponerlos en operación.
Así se lo expuso Gourzong al ministro de Seguridad, Michael Soto, en una reciente exposición que el jerarca hizo en ese foro de la Asamblea Legislativa.
Soto se comprometió a analizar la propuesta, ya que se enmarca dentro de las acciones preventivas que impulsa esta Administración para combatir el tráfico de drogas.
El ministro afirmó que los países productores de cocaína registran un aumento en la droga que procesan, de modo que en Costa Rica la sobreoferta ha hecho que en los últimos meses el kilo de ese estupefaciente pasara de $8.000 a $6.000.
Gourzong insistió en que no hay excusa para carecer de modernos escáneres con tecnología de punta, y llamó a hacer un concurso para que las empresas que los distribuyen presenten sus ofertas.
A su juicio, el Estado ni siquiera tendría que hacer el gasto, porque es un costo que se traslada a los importadores y exportadores.
El monto, estimó el legislador, oscila entre $5 y hasta $10 por cada contenedor, según el volumen que contenga. Luego de cada escaneo, se emite un certificado que garantiza que la carga va acorde con lo que se declara.
No obstante, con las nuevas tecnologías, no todos los contenedores se escanean, sino que se hace una selección de los que llegan en cada barco. Además, los escáneres se programan según la mercadería que reporta cada contenedor y se puede detectar si contiene un producto diferente.
El sector exportador coincide en la urgencia de usar dispositivos similares para evitar el trasiego de drogas y, a la vez, certificar los productos que entran y salen por nuestras fronteras terrestres, marítimas y aéreas.
Cada año, por los muelles de Limón pasan 1,2 millones de contenedores, pero la Policía solo puede revisar unos 14.000, según datos que había suministrado el anterior ministro de Seguridad, Gustavo Mata, poco antes de dejar el cargo.
Según el entonces jerarca, de los depósitos revisados, no fueron más de 10 los que encontraron con droga entre el 2013 y el 2017.
Ante la falta de escáneres, se debe acudir a sistemas que obligan a abrir de forma aleatoria algunos de esos depósitos de carga.
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Sin embargo, dependiendo de lo que lleven, no todos los contenedores se pueden abrir para una inspección exhaustiva, porque se pierde la cadena de frío que requieren ciertas mercancías.
La Policía afronta todas esas limitaciones, mientras que en otros países, en cuestión de pocos minutos, un escáner revisa el contenido de cada depósito de productos, sin necesidad de abrirlo, y emite la certificación.
Según la PCD, aunque esos dispositivos electrónicos no se van a aplicar a todos los contenedores, ni tampoco garantizan un 100% de efectividad, constituyen una herramienta muy útil en la lucha contra el narcotráfico.
País muy expuesto
El mayor efecto de no contar con escáneres es que el crimen organizado busca países sin esa tecnología, como el nuestro, con lo que quedan expuestos al trasiego de drogas, dólares y contrabandos en los contenedores que se mueven por tierra, mar y aire.
Así lo expresó la presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco), Laura Bonilla, quien añadió que no se puede exponer más la seguridad de la población y de las mercancías, por lo que instó al Consejo Nacional de Facilitación del Comercio (Conafac) para buscar una solución rápida, con el fin de tener el sistema de escaneo operando a inicios del 2019.
“La ausencia del modelo de escaneo y procesamiento de las imágenes de los contenedores perjudica el comercio internacional, ya que nuestros productos, especialmente los agrícolas, en múltiples ocasiones son sometidos a inspecciones exhaustivas en puertos internacionales para descartar la presencia de droga, ocasionando que la calidad de los bienes se vea afectada”, indicó.
Bonilla explicó que implementar un sistema de escáneres brindará un mensaje fuerte para los traficantes y contrabandistas de que el país cuenta con la capacidad de actuar rápidamente ante una alerta.
También le transmitiría al mundo una imagen de que somos un sitio seguro y organizado al más alto nivel y que, por lo tanto, no deben temer a la hora de comprar nuestras exportaciones.
Desde hace 15 años, la Cámara aboga por la colocación de esos dispositivos, debido al aumento del trasiego de droga en contenedores con bienes de exportación.
Sobre lo ocurrido con los escáneres donados por China, Bonilla dijo que se conjugaron varios factores que dieron al traste con su uso.
“Las instituciones competentes no lograron coordinar la operación de esos equipos; además, influyeron otros factores, como definición de la ubicación, manejo del procesamiento de las imágenes, costos involucrados y otros aspectos, entre ellos el mantenimiento”, afirmó.
Actualmente, existe una subcomisión de escáneres dentro del Conafac, la cual tiene clara la importancia de esos mecanismos como pieza clave del programa integral de seguridad en el comercio internacional. El año pasado, la subcomisión analizó una oferta de escáneres de China, pero debido a aspectos técnicos, optó por rechazarla para identificar otras alternativas.
Cadexco informó de que, con el inicio de operaciones de la Terminal de Contenedores de Moín de la empresa APM Terminals, en febrero del 2019, ese puerto contará con sistemas de escáneres, por lo que hacen un llamado a las autoridades para dotar a Caldera y demás puertos de mecanismos similares.
Sin embargo, la Cámara hizo hincapié en que aunque APM ya instaló los dispositivos, falta el otro 50%, que corresponde a las autoridades gubernamentales; se trata de un sistema de monitoreo de las imágenes emitidas por los escáneres, a efecto de tomar acciones en caso de detectarse irregularidades en algunas cargas.
El año pasado, en el muelle de Caldera, en el Pacífico central, la Policía encontró 1.300 kilos de cocaína en un cargamento de jabón de un barco procedente de San Buenaventura, en el Pacífico colombiano, que iba con rumbo a Guatemala.
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También lo consideran urgente en los puestos fronterizos terrestres debido a que hoy en día no están operando para el análisis de carga en ningún puerto ni frontera del país.
Ya existe un estudio que en octubre del 2016 elaboró y donó la Aduana de los Estados Unidos, donde evidencia que el país tiene capacidad de tener escáneres y un centro de gestión de riesgo de clase mundial en un plazo muy corto, acotó Bonilla.
La carencia de esos equipos hace que Costa Rica incumpla con códigos y acuerdos internacionales como los de la Organización Marítima Internacional, la Organización Mundial de Aduanas y la Organización Mundial del Comercio, puntualizó la presidenta de Cadexco.
Daños irreversibles
Fernando Araya, actual director ejecutivo del Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), confirmó que los escáneres donados por China están en el muelle Hernán Garrón, conocido como el muelle Alemán, en Limón.
Araya dijo que lo único que está en buen estado son los camiones Volvo que contienen los escáneres, pero desconoce si se pueden usar en otras cosas.
Todo ese equipo pertenece al Ministerio de Hacienda que, por directrices del Ministerio de la Presidencia, los entregó en el 2015 al SFE para que los pusiera en operación, pero no se pudo, debido los daños.
El funcionario hizo énfasis en que es prioritario contar con ese tipo de tecnología y por eso desde el Conafac, se procura conseguir nuevos escáneres lo antes posible.
El hecho de que los aparatos donados por China hubieran sido asignados preliminarmente y por directriz presidencial al SFE, no implicaba que solo se iban a usar en asuntos de sanidad vegetal y animal, sino con fines hacendarios, de seguridad nacional y otros, “ya que el aparato lo que hace es leer lo que va dentro de los contenedores”, dijo Araya.
Según el director, no se pudieron usar más allá del plan piloto, en vista de que no se obtuvo el rendimiento necesario en las evaluaciones, a causa de las anomalías en el software y en partes móviles, que no se pudieron corregir por falta de piezas.
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“Se trata de un tema país. Es un asunto de seguridad fitosanitaria y todas las instituciones tenemos que estar interesadas en esto. El Servicio Fitosanitario está en la mejor disposición de continuar con el liderazgo en ese campo”, explicó.
Para él, es de suma relevancia un control de ese tipo, que permite detectar más allá de las declaraciones y de las inspecciones invasivas. Con el escaneo se facilitan y agilizan los trámites en los puertos, con un detalle muy bueno sobre lo que se está movilizando, aseguró.
“Es un asunto de seguridad nacional y de cuidar el nombre de Costa Rica; que no se estén prestando exportaciones, en nuestro caso de productos vegetales, para cualquier otra intención que no sea la correcta”, agregó.
Además de en Limón, estimó urgente tener esos equipos en otros puertos y en los ingresos terrestres de cada frontera.
Historia de lamentos
En el 2013, el viceministro de Ingresos, Álvaro Ramos, atribuyó el descuido de los equipos a la dificultad para encontrar un espacio adecuado para instalarlos.
“El ciclo de vida está llegando a su fin, porque se perdieron casi tres años de vida útil de estos escáneres”, lamentó Ramos.
En el 2014, Fernando Rodríguez, viceministro de Ingresos (quien sustituyó a Ramos), aceptó que era difícil de entender cómo no se había podido encontrar un lugar para esos aparatos. “A veces, a nivel de Gobierno, existen estos absurdos”, afirmó.
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En marzo del 2015, el entonces jerarca de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), Mariano Figueres, exigió a la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo de la Vertiente Atlántica (Japdeva) y a la Dirección de Aduanas que pusieran a trabajar los equipos de escaneo de contenedores donados por China; sin embargo, en noviembre de ese año, se firmó un convenio para cumplir con las normas de seguridad portuaria establecidas por los organismos internacionales, en el que no se incluyeron los escáneres.