El ciclo de la historia arrolló de nuevo a Ricardo Alem León, quien fue detenido el miércoles a las 8:30 p.m. en Miami, Estados Unidos, por la Agencia de Lucha Antidrogas (DEA) de ese país por aparentes vínculos con el decomiso de 15 kilos de cocaína en esa ciudad.
Doce horas después, las acciones tuvieron lugar en Costa Rica donde la Dirección de Control de Drogas del Ministerio de Seguridad Pública y la Policía Especial de Apoyo (PEA) allanaron su lujosa vivienda, en San Rafael de Heredia. Incautaron, en uno de los aposentos, cocaína envuelta en paquetes de café molido. No fue posible precisar la cantidad.
En forma simultánea fueron intervenidos ocho lugares más, al parecer todas sus empresas, dedicadas a los bienes raíces, exportación e importación de flores y otras mercancías, así como construcción de muebles.
Estos hechos se produjeron a escasas 24 horas de que el Tribunal Superior Penal de Alajuela emita la sentencia en el juicio que, por cuarta vez, se le sigue a Alem por lavado de dólares. La lectura del fallo está anunciada para hoy a las 9 a.m.
La droga decomisada en Estados Unidos fue hallada en poder de la costarricense Blanca Salas Alfaro, que arribó a Miami el 1[[macron]] de abril y a quien, supuestamente, Alem fue a auxiliar. La versión fue suministrada a La Nación por el periodista Gerardo Reyes del diario El Nuevo Herald, de esa ciudad floridiana, donde la noticia fue difundida con gran despliegue.
Salas Alfaro, estudiante de 27 años, fue interceptada por la policía cuando se dirigía hacia el hotel Hilton en un vehículo alquilado, en el cual transportaba el estupefaciente oculto en la cajuela. Según trascendió en fuentes policiales, la droga iba envuelta en paquetes de café molido.
Aparentemente, la mujer se comunicó a Costa Rica con Ricardo Alem para ponerlo al tanto de su captura. Sus acciones eran vigiladas por los agentes antidrogas en nuestro país, que de inmediato advirtieron a las autoridades estadounidenses sobre la intenciones del sospechoso de viajar a esa nación.
Alem, quien no tenía impedimento de salida --según informó el jefe del Departamento de Relaciones Públicas del Poder Judicial, Fabián Barrantes--, arribó a Miami en compañía de Cerdas, el martes. Su aprehensión se produjo mientras se encontraban en el hotel Holiday Inn. En la habitación donde se alojaron fue hallado el pasaporte de la tica.
Se supone que Salas era una "mula", es decir encargada de transportar la cocaína, y quien al verse atrapada buscó ayuda. La sorpresa para la policía norteamericana fue que Alem acudiera, personalmente, a socorrerla.
Los hombres permanecen recluidos en el Centro Correcional Metropolitano y ella en el Centro Correccional para Mujeres, localizados en el condado de Dade, cuyos juzgados los investigan por el delito de confabulación para la posesión de cocaína con intento de distribución.
En la mansión
La tranquilidad matutina del ambiente de montaña donde se ubica la enorme propiedad del empresario, en Los Angeles de San Rafael de Heredia, fue interrumpida ayer por agentes de la Dirección de Control de Drogas y de la Policía Especial de Apoyo, un juez de instrucción y un agente fiscal.
Ningún rincón se quedó sin revisar: el interior de la casa, la vivienda de los empleados, los garajes, las canchas de baloncesto, el área de juegos, la torre de vigilancia y hasta las casas de los perros pastores alemanes. El operativo se prolongó por más de cuatro horas.
Durante el allanamiento permanecieron en el lugar la esposa de Alem, Rosa María Soto, y sus hijos, así como el padre del empresario, que de acuerdo con la policía no tienen participación en los hechos.
Sin mucha insistencia, la mujer accedió a contestar las preguntas de la prensa a través del intercomunicador, para revelar con indignación que la policía descubrió prueba que, según dijo, la convenció de la participación de su marido en una banda de narcotraficantes.
Parte del todo
Alem, Cerdas y Salas tan solo representan posibles piezas de un rompecabezas difícil de armar, tarea en la que las autoridades costarricenses trabajan desde hace tres meses.
Según adelantó el ministro de Seguridad, Juan Diego Castro, en conferencia de prensa ayer por la tarde, la primera etapa de la operación continuará al menos hasta el domingo, tiempo en el que podrían llevarse a cabo detenciones y más allanamientos.
Aunque no precisó, Castro dejó entrever que otras naciones se podrían integrar a la operación. Casualmente, se encuentran aquí el secretario de Estado de Argentina, Alberto Lestelle, y el ministro de Gobierno y Justicia de Panamá, Raúl Montenegro, para conversar sobre narcotráfico.