El robo de una bolsa que contenía 20 kilos de cocaína fue el hecho que frenó la utilización de un horno de la empresa Holcim, ubicada en Cartago, para destruir droga.
La sustracción fue descubierta en diciembre del 2009.
El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de aquel momento, Jorge Rojas Vargas, dijo que el hecho se produjo durante el proceso para incinerar 4.300 kilos de cocaína.
La Policía atribuyó el hecho a seis empleados de la empresa.
Rojas aclaró que lo ocurrido obedeció a una iniciativa de los obreros ajena a la administración de la compañía, que desde el 2005 prestaba el servicio de destrucción de la droga.
El jefe policial explicó que la mercancía sustraída fue el último paquete.
Los trabajadores metieron la bolsa en una escotilla, la cual no debían abrir para que cayera en una segunda, pero quien debió pulsar el botón para que esto pasara, solo simuló hacerlo.
Aunque en todas las destrucciones siempre estaba presente un juez, el funcionario judicial observaba el proceso, pero a cierta distancia, pues el horno funciona a más de 2.000 grados centígrados.
En agosto del 2010, el Tribunal de Juicio de Cartago condenó en un proceso abreviado a cinco de los seis trabajadores acusados de la sustracción.
A tres extrabajadores, de apellidos Sánchez, Meneses y Solano, se les impuso siete años de cárcel. Otros dos exempleados, Siles y Arias, fueron condenados a seis años y seis meses. A favor del otro implicado se dictó sobreseimiento.