Un sujeto de apellidos Sibaja Solórzano, detenido en el 2019 como sospechoso de comercializar droga en cantones de Occidente, lideraba desde la cárcel a tres grupos familiares dedicados al narcotráfico.
Las estructuras estaban asentadas en los cantones de Palmares, San Ramón y Grecia, Alajuela, y además de recibir órdenes del reo, tenían los mismos proveedores de marihuana y cocaína.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detalló que meses después de desarticular a las principales bandas de la zona, recibieron un informe confidencial acerca del surgimiento de nuevas agrupaciones y por eso abrieron una nueva causa.
Los trabajos realizados les permitieron a los agentes establecer que en el barrio Santa Fe de Palmares, por ejemplo, un hombre de apellidos Ortiz León (31 años) administraba varios búnkeres, mientras que la familia Vargas Carrillo realizaba ventas de manera constante.
Precisamente, de ese núcleo detuvieron a padre, madre e hijas. El primero, apellidado Vargas González (55), era uno de los cabecillas de las organizaciones y el encargado del abastecimiento de droga. Para ello, contaba con colaboración de tres sujetos, uno de Bajo Tejares de Volio, en San Ramón, y dos más de San José.
Los tres proveedores, identificados con los apellidos Vargas Vargas (36), Rivera Córdoba (57) y Angulo Vallecillo (41), también fueron capturados en los allanamientos desplegados este miércoles, en los que se decomisaron ¢4 millones en efectivo, cinco kilos de marihuana y dos de cocaína, dos pistolas calibre nueve milímetros, un revólver y una escopeta calibre 12.
En Zamora de San Rafael y Candelaria, en San Ramón, se aprehendió a un taxista formal y una pareja que estaban dedicados al negocio ilícito.
El primero, de apellidos Chavarría Rodríguez (57), además de la comercialización, también cumplía con labores de transporte dentro de la organización.
Asimismo, en Ángeles de Grecia padre e hija eran los encargados de colocar los estupefacientes en la comunidad.
Las autoridades también establecieron que un oficial de la Fuerza Pública alertaba a los vendedores cuando estaba previsto algún operativo policial, con el objetivo de que tomaran las previsiones.
El uniformado, apellidado González Elizondo, trabajaba en la delegación de Palmares, pero vivía en San Ramón.
Al igual que en otros casos, el Ministerio de Seguridad Pública (MSP) colaboró con el OIJ para facilitar la investigación.
“El surgimiento de estas tres organizaciones familiares se dio luego de la desarticulación de un grupo en el 2019. Precisamente, uno de los detenidos en aquel momento siguió emitiendo órdenes para la venta de drogas y, además, vendía dentro de la cárcel.
“Después de varias diligencias, logramos identificar a los proveedores y vendedores, por lo que hoy procedimos con su captura”, explicó Wálter Espinoza Espinoza, director de la Policía Judicial.
Todos los sospechosos fueron pasados al Ministerio Público con el informe correspondiente para que se defina su situación jurídica.