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Agentes del OIJ decomisaron a una banda detenida entre el jueves y el viernes un vehículo Honda Accord que ocultaban en una taller de El Carmen de Escazú.
El auto fue robado hace dos meses cerca del centro educativo Cedes Don Bosco, en Concepción de Alajuelita, mediante un “bajonazo” (asalto a mano armada).
En esa oportunidad los ocupantes de un Subarú Impreza encañonaron al conductor para llevarse su vehículo.
La visita al taller –efectuada el viernes al final de la tarde– fue el primero de cuatro allanamientos efectuados por la Policía Judicial tras las detenciones hechas.
Los agentes también allanaron dos propiedades en Pavas, donde vivían algunos de los sujetos detenidos, así como un taller mecánico de esa localidad.
En contra del grupo un Juzgado Penal de San José dictó tres meses de prisión preventiva, informaron ayer las autoridades.
Ataques. El Nissan Sentra fue el tercer carro decomisado al grupo. La noche del jueves los sospechosos interceptaron a una pareja para robarle un Nissan SX2000.
A los dos ocupantes los dejaron en Paso Ancho. Poco después los agentes dieron con los sospechosos (se movilizaban en un taxi informal) por el sector de Alajuelita.
Los oficiales siguieron a los sujetos hasta las instalaciones de Acueductos y Alcantarillados (AyA) en Pavas, donde concretaron la captura. Se informó de que en ese sitio detuvieron a tres individuos.
Aunque el conductor alegó que prestaba un servicio, los hombres tenían en su poder el celular de una de las víctimas.
Además, la placa del taxi informal coincidía con la que reportaron los afectados y una persona que presenció el asalto.
Debajo del asiento del chofer los oficiales encontraron un arma (al parecer de juguete).
Esa misma noche las autoridades se percataron de que la banda movilizaría un camión NKR robado en otro punto de San José.
Ese vehículo fue hallado por la Policía en Escazú, sitio donde detuvieron a otros cuatro sospechosos.
Dos iban en el camión y los otros se movilizaban en un vehículo liviano que, supuestamente, servía de escolta.
Los detenidos son de apellido Molina, Chavarría (padre e hijo), Campos, Sandí y Zamora.
Los detectives también arrestaron a un menor de edad.
Los talleres, según sospecha la Policía, eran utilizados para “enfriar” (ocultar de la Policía) los vehículos robados.
