Los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), destacados en la Sección de Robo de Vehículos, desarticularon este martes una banda criminal dedicada al robo, receptación, alteración de señas y marcas de vehículos, así como al lavado de dinero.
Las acciones policiales se llevaron a cabo mediante 19 allanamientos en casas, ventas de repuestos y bodegas en Sarapiquí de Heredia, San José, San Juan de Dios en Desamparados, Palmares, Upala y Río Segundo de Alajuela.
En estas localidades, los oficiales detuvieron a nueve sospechosos que al parecer son familiares. Los sujetos fueron identificados con los apellidos González Arroyo, de 56 años, quien presuntamente lidera la banda criminal; Caamaño Montarán, de 75; Caamaño Rodríguez, de 50; Méndez Porras, de 40, González Calvo, de 23; Solís Jiménez, de 51; Caamaño Rodríguez, de 40 y Arias Solano, de 31.
Además, la Policía Judicial capturó a una mujer de apellidos Calvo Méndez, de 55 años. Según el director del OIJ, Randall Zúñiga, aún quedan tres sospechosos por detener.
De acuerdo con el OIJ, González Arroyo se dedicaba a comprar vehículos declarados en pérdida total y luego encargaba a los otros miembros de la organización criminal robar vehículos con las mismas características.
Una vez que tenían el vehículo robado y el vehículo declarado en pérdida total, Arias Solano se encargaba de alterar las señas y marcas del vehículo robado para colocarle la información del vehículo declarado en pérdida total.
Mientras tanto, otra persona confeccionaba los stickers con la información del auto, que los vehículos traen de fábrica.
Cuando el vehículo robado estaba listo, con la información del vehículo declarado en pérdida total, era colocado en una venta de carros para su comercialización. Según el OIJ, el dueño de la venta desconocía el origen de los vehículos.
Por otro lado, el vehículo declarado en pérdida total era desarmado y las partes se vendían en ventas de repuestos, que aparentemente son propiedad del líder de la organización.
Las ganancias para la estructura criminal eran exorbitantes. De acuerdo con las investigaciones, el líder compraba los vehículos declarados en pérdida total por entre ¢500.000 y ¢1.000.000, y una vez realizaba el intercambio, vendía los autos robados por entre ¢8.000.000 y ¢12.000.000.
“Este caso es bastante importante, ya que demuestran como los grupos criminales buscan las formas de burlar los controles estatales para generar una ganancia importante”, aseguró el director del OIJ en un video.
Decomisos y vínculos
Durante los allanamientos del martes, las autoridades decomisaron vehículos con alteraciones en marcas y señas, placas metálicas denunciadas por robo, etiquetas falsas con información de vehículos, joyas, $18,000 y ¢4 millones en efectivo.
Además, confiscaron los carros de uso personal de los sospechosos, ya que aparentemente fueron adquiridos con dinero proveniente de la mencionada actividad ilícita.
El OIJ informó de que durante el tiempo de investigación se logró vincular a los sospechosos con al menos 17 robos de vehículos, los cuales fueron cometidos en diferentes zonas de San José, entre las 8 a. m. y las 10 p. m.
Tras su detención, los detenidos permanecen bajo las órdenes del Ministerio Público, a la espera de conocer su situación jurídica.
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