Costa Rica no tiene un sistema para detectar y alertar a la población de las zonas costeras sobre el peligro de un tsunami o maremoto (grandes olas marinas provocadas por un terremoto).
Aunque desde hace cinco años la Escuela de Geología y la Red Sismológica Nacional (RSN) -ambos de la Universidad de Costa Rica (UCR)-, tomaron la iniciativa para crear un sistema regional centroamericano de alerta, no se ha hecho por falta de dinero.
Mario Fernández, director de la RSN, dijo que en la actualidad existe un plan que será expuesto ahora en enero en la cumbre sobre desastres a efectuarse en Kioto, Japón, donde se espera obtener un financiamiento de $500.000.
El proyecto pretende elaborar mapas de las zonas de mayor riesgo, instalar sensores sísmicos y mareógrafos (miden el nivel del mar), así como educar y preparar a la población.
Luis Diego Morales, presidente de la Comisión Nacional de Emergencia (CNE) consideró, por su parte, que sí funciona un sistema de advertencia para sismos ocurridos en el océano Pacífico (está ubicado en Hawai, Estados Unidos).
Sin embargo, admitió que para cuando ocurran eventos regionales casi no habría tiempo para avisar a las poblaciones.
Hugo Arévalo, del Centro para la Prevención de Desastres Naturales de América Central (Cepredenac) dijo en una información divulgada por la BBC, en la página en Internet, que América Central no cuenta con un método para predecir olas gigantes a pesar de ser un área con considerable actividad sísmica.
El tema de la falta de prevención surgió luego del tsunami que se produjo en el Océano Índico, que dejó más de 125.000 muertos.
Zona de peligro
Un tsunami solamente lo puede generar un terremoto con una magnitud superior a los 7 grados en la escala Ricther, que tenga el epicentro en el área marítima.
Desde 1539 hasta el presente se han documentado 49 tsunamis en la región centroamericana, 37 en el Pacífico y 12 en el Caribe.
Las fuentes de los terremotos mostró que la mayor parte en el Pacífico los ocasionó el choque de las placas Cocos y Caribe.
En tanto, en la región del Caribe, cinco eventos están relacionados con el límite de la placa Norteamérica con la placa Caribe y siete con el Cinturón Deformado de Panamá.
Un estudio de la RSN sugirió que las áreas de mayor potencial de tsunamis en el Pacífico son las costas desde Nicaragua hasta Guatemala y la zona central de Costa Rica.
En el lado del Caribe, la zona del Golfo de Honduras y las costas de Panamá y Costa Rica tienen la mayor amenaza.
Nuestro país ha sido afectado por 15 pequeños tsunamis , cinco en la costa del Caribe y 10 en el Pacífico. El más destructivo ocurrió en 1854 y se dice que inundó y destruyó la Villa Golfo Dulce, actual Punta Arenitas, al frente del puerto de Golfito, en la zona sur.
Entre los últimos que se han generado están el terremoto de Limón, del 22 de abril de 1990, con una magnitud de 7,6 grados, que produjo una ola de tres metros de altura que afectó la provincia de Bocas del Toro en Panamá.
El 2 de setiembre de 1992, un temblor de 7,2 grados que ocurrió frente en las costas del Pacífico nicaragüense produjo una ola de 9,5 metros de alto que afectó Masachapa. Murieron 170 personas. La ola llegó a costas guanacastecas dejando botes encallados.