En la zona indígena Ngöbe Buglé, en Coto Brus, Puntarenas, una de las afectadas por la tormenta tropical Sara, 36 personas de las comunidades de Villa Palacios y La Casona tuvieron que refugiarse en la escuela Ngöbegue por el riesgo de una cabeza de agua en el río Limón.
Edilsa Atencio, líder de la comunidad y presidenta de la Junta de Educación de la escuela Ngöbegue, hay material río arriba que obstruye el paso del agua y temen que se desborde el río de forma repentina. Ante esa situación, habilitaron el centro educativo como un albergue para las 36 personas, de las cuales 20 son menores de edad, algunos de ellos bebés. “Algunas de esas personas viven a pocos metros del río, entonces es mejor salir antes por prevención, porque hay muchos niños”, declaró.
Las familias permanecen en el albergue desde este jueves 14 de noviembre en horas de la tarde y permanecerán allí, según dijo Atencio, hasta que pase el riesgo.
La mujer agregó que urgen alimentos no perecederos como arroz, frijoles, alimentos enlatados y leche. Otra necesidad es ropa, pues por las constantes lluvias no se puede lavar y secar la ropa y algunos menores andan con ropa húmeda o secada con ayuda de fogones. “Si se seca ropa con fogones se pone con un mal olor y eso, más bien, es malo”, comentó la líder comunal.
Otra necesidad señalada por Atencio es que existen familias que no están en albergues, pero no tienen leña seca para cocinar y tampoco disponen de gas.
Guillermo Ortega, director de la escuela Ngöbegue, confirmó la cantidad de personas damnificadas en ese centro educativo desde el jueves. Calificó la asistencia de las autoridades estatales como regular, pues urgen pañales. “Sí ha llegado ayuda, pero siento que les falta más apoyo para las personas (...) Se requieren alimentos, productos de limpieza y pañales para los bebés que están ahí”, aseveró.
Tanto Ortega como Atencio mencionaron que hay varias comunidades en la zona indígena a las que solo se puede llegar caminando, pues los caminos están cortados por deslizamientos o derrumbes, entre ellas Brumalis, Bajo Morales y Las Vegas.
Atencio también expresó que el Ebáis de la zona está funcionando, pero corre peligro debido a que está cerca de un punto con riesgo de derrumbes.
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