Los fines de semana, a partir de las 10 p. m., se puede observar como se van alineando sobre la orilla de la carretera vehículos ocupados por jóvenes que se reúnen en un trayecto de 200 metros, en los alrededores del puente de La Lima y Pequeño Mundo en Cartago.
Desde hace algunas semanas, se han estado reuniendo nuevamente como lo hacían antes de que se iniciara la pandemia. Hace 22 días aproximadamente, un par de oficiales de Tránsito llegó a este lugar y fueron recibidos con gran cantidad de improperios e insultos, por lo que se solicitó apoyo a la Fuerza Pública. Esa vez, por irrespetar a la autoridad, quedaron detenidas ocho personas; de igual forma, decenas de boletas fueron confeccionadas contra conductores.
El pasado viernes en la noche, se realizó un nuevo control vehícular en ese mismo sector, frente a la Estación de Servicio Delta en La Lima. Más de 30 oficiales de Tránsito y de la Fuerza Pública, además de personal del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), tuvieron a cargo la acción donde se detuvo a tres conductores, dos por conducción temeraria (alcohol) y uno porque llevaba dos kilos de cocaína. Este último intentó darse a la fuga, pero fue detenido por motorizados a poco más de un kilómetro, frente a la Vidriera Centroamericana S. A. (Vicesa), en Loyola.
Se puede contar hasta 100 vehículos, entre motociclistas y automóviles. Es un ambiente variopinto. No falta quiénes aprovechan para consumir algún otro tipo de droga (como la cocaína decomisada) y otros simplemente llegan de espectadores a ver los conocidos piques.
Al inicio, algunos motociclistas hace alarde de malabarismo. Cerca de las 11:30 p. m., es cuando inician las competencias más fuertes y se escucha el rechinar de las llantas sobre el pavimento.
Gerald Aguilar Quirós, delegado de la Policía de Tránsito de Cartago, participó en el operativo del viernes que se inició a las 10 p. m. y se extendió hasta las 2 a. m. del sábado. “Tenemos nuevamente el problema en La Lima con el tema de los piques con ingesta de licor y drogas en el lugar. Ha habido varias quejas de usuarios de la vía, debido a las competencias ilegales. Se nos está complicando el asunto en La Lima y en la ruta que va para Paraíso (10), pero donde surge más aglomeración de gente es en La Lima”, dijo.
El viernes sacaron de circulación a dos conductores en estado de ebriedad, uno de apellidos Solano Ulloa, con 0,77 gramos de alcohol por litro de sangre y otro apellidado Alpízar Rojas, con 0,78 gr/litro de sangre. Ambos quedaron a las 10 a. m. del sábado en la Fiscalía. Igual suerte corrió el conductor del Hyundai Accent blanco, detenido con coca frente a Vicesa, cuya identidad no trascendió.
También, fueron sancionados varios conductores sin licencia, vehículos sin la revisión técnica al día, sin marchamo o sin placas. Uno de los conductores sorprendidos en estado de ebriedad llevaba metanfetaminas y bolsitas de cocaína; alegó que eran de consumo propio.
Entre los asistentes hay menores, pero la mayoría son personas entre 25 y 40 años. Hay gente que llega a vender droga.
En marzo del 2016, en una de esas actividades en Pavas, una joven estudiante de Criminología perdió ambas piernas cuando fue con un grupo de compañeros a observar unos “piques” en Pavas.
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Para desincentivar esas actividades, la Policía de Tránsito llevan dispositivos como sonómetros, para hacer pruebas de ruido, porque a muchos “picones” les gusta andar carros sin silenciadores o motos con las muflas abiertas. “Llevamos ecosensores, entonces les hacemos la boleta, para que se les quite la gana de estar yendo ahí”, explicó Aguilar.
Este sábado, las autoridades volvieron al sitio de 10 p. m. hasta las 2 a. m. de este domingo. “Vamos a ir sacándolos de circulación para evitar este problema que es muy recurrente. Durante la pandemia no se daba porque la restricción no los dejaba salir, pero como ahora hay libertad de circular, entonces la gente ha optado por ir hacer loco con estas competencias ilegales. Volvimos al tiempo de antes. Cuesta mucho erradicar la ingesta de licor, los piques y que la gente entienda, pero seguimos en la lucha” dijo el oficial Aguilar.
En Paraíso, los “piques” los están realizando desde el Campo Ayala hasta la Bomba Delta en la parte más ancha de la vía.
“Esto es como el juego del gato y el ratón, llegamos a un lado y ellos se pasan para otro. Es un problema de cultura, mucha gente no entiende y cree que todo se puede hacer, pero seguiremos haciendo operativos de esta índole para sacar a los picones”, acotó.
Los “piques” pueden provocar muertes y lesiones muy graves. Como la mayoría de esos vehículos no tienen documentos, marchamo, ni Riteve al día, no pueden tener pólizas que los cubran. En caso de un atropello se exponen a penas de ocho años de cárcel si se logra comprobar su culpabilidad y reciben condena en un juicio. “Es un delito como robar, que puede llevar hasta la cárcel a personas que creen que son inmunes y que nunca los van a parar, o que nunca va a tener un accidente”, agregó el oficial.
La Policía de Tránsito también recibe quejas por “piques” en la ruta San José-Caldera, en La Lima, Pavas y otros sitios.
Tanto el que participa directamente en algún vehículo, como el que llega a ver incentivan a lo mismo. La mayoría de las personas que han tenido consecuencias fatales o graves es estos casos han sido espectadores. “Si la gente no los llega a ver, ellos (los picones) no llegarían hacer loco. Ellos sienten la adrenalina de que los ven, de que corren y de son muy carga por eso”, afirmó Aguilar.
Lo más complicado surge con las motos, porque cuesta mucho detener a quienes las conducen, pues se meten entre calles y propiedades privadas para darse a la fuga. Aunque otros motorizados del Grupo de Apoyo Operacional (GAO) de la Fuerza Pública los siguen, muchas veces deben extremar cuidados para no tener accidentes, de igual forma porque los jóvenes en fuga pueden tener accidentes mortales al escapar.
En la acción policial, los vehículos que circulan y los que están estacionados cerca son revisados aunque no estén participando de los “piques”. Hasta a los transeúntes y también a los que vayan pasando se exponen a ser investigados como parte de la acción policial.
La noche de este sábado, contrario a lo que se pensaba, el lugar estaba lleno nuevamente. Como resultado, se quitaron seis pares de placas a conductores por exceder los límites permitidos de velocidad, cuya multa es de ¢333.973. Además, el pierde seis puntos en la licencia y se le retiran las placas del automotor.
Así, se les obliga a realizar de nuevo el curso de educación vial y se le obliga a recibir charlas de sensibilización, para optar por licencia de nuevo.
Este sábado, no hubo detenidos pero sí varios partes por conducir sin licencia, sin RTV al día o sin marchamo. Se contó con unos de 50 oficiales entre policías de Tránsito y de la Fuerza Pública.
El Ministro de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador Jiménez, dijo que van realizar operativos con las multas que correspondan debido al exceso de velocidad y las maniobras que realizan. Añadió que quienes participan en esas competencias ilegales pueden dañar los trabajos que vienen en progreso en La Lima. ”Es algo muy irresponsable, porque se presta para accidentes. Vamos a atacar ese problema, la policía municipal en conjunto con la de Tránsito y otras”, comentó.