Chiriquí, Panamá. Una banda de narcotraficantes panameños es la sospechosa de matar al empresario costarricense Alexánder Álvarez Venegas, de 33 años de edad.
Él fue ultimado de un balazo a las 5 p. m. del martes cerca del río Jucú, en Chiriquí.
Álvarez, nacido en Osa, pero residente en Cuatro Reinas de Tibás, era propietario de tiendas de teléfonos celulares en San José, Golfito y Paso Canoas.
Los asesinos le dispararon en la sien y huyeron sin dejar rastro. Avanzada la tarde de ayer, no habían sido identificados.
Preliminarmente, trascendió que se trata de ciudadanos panameños, al parecer, integrantes de una peligrosa banda dedicada al tráfico de estupefacientes.
El costarricense no contaba con antecedentes penales ni era investigado por las autoridades costarricenses o panameñas.
Ayer, la Policía Técnica Judicial de Panamá (PTJ) reveló que a pocos metros del cadáver del nacional encontraron “cuatro bultos similares a droga empacada, forrados con tape negro, dentro de los cuales había pedazos de madera y azúcar”.
La policía localizó en los bolsillos del pantalón del costarricense asesinado más de $2.000 y “cierta cantidad de dinero en colones”. Además, portaba una pistola nueve milímetros y varias balas.
Por eso, ya descartaron el robo como móvil del crimen.