La Policía Profesional de Migración, bajo la dirección funcional de la Fiscalía Adjunta Contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito Migrantes, desmanteló la noche del jueves a una pequeña organización delictiva que se dedicaba a la trata de personas en el Bar Royal, conocido como Techa, en Cartago.
Los allanamientos, realizados de manera simultánea en Cartago y Curridabat, permitieron la detención de tres presuntos miembros del grupo criminal. Los sospechosos fueron identificados como Portuguez Figueroa, propietario y administrador del establecimiento; Obando Portuguez, colaborador del bar; y Martínez Guerrero, quien se desempeña como guardia de seguridad.
Durante estas acciones, las autoridades también rescataron a seis mujeres que, mediante amenazas, eran mantenidas en cautiverio en el Bar Royal y forzadas a sostener relaciones sexuales con los clientes.
Según la Dirección General de Migración y Extranjería, se trata de dos costarricenses, dos dominicanas y dos nicaragüenses, de edades comprendidas entre los 25 y 45 años.
Bajo engaños y amenazas
Las investigaciones —iniciadas a raíz de una denuncia presentada ante el Ministerio Público hace tres meses— revelaron que los sospechosos atraían a sus víctimas mediante anuncios de empleo.
Las mujeres, en situación de vulnerabilidad, se veían forzadas a aceptar trabajos precarios que no cumplían con las regulaciones legales, con el fin de sostener a sus familias.
Una vez dentro del local, las afectadas quedaban atrapadas, pues eran controladas y amenazadas para evitar su escape. El grupo delictivo les prohibía abandonar el lugar, a menos que realizaran un pago estipulado.
La Policía de Migración indicó que el guarda de seguridad tenía un papel fundamental en atemorizar a las víctimas y, además, llevaba el control de las ganancias generadas por sus servicios sexuales.
“El delito de trata de personas, es el peor delito que se le puede hacer a una persona, ya que la víctima pasa de considerarse ser humano a convertirse en un objeto para obtener dinero, violentando sus derechos humanos y se le corta la posibilidad de tener una vida digna. Es por eso que nuestra institución lucha contra este crimen”, afirmó Enrique Arguedas, director de la Policía Profesional de Migración.
Los sospechosos se encontraban, la tarde de este viernes, en audiencia en la Fiscalía para conocer su situación judicial, mientras que las víctimas recibieron la asistencia necesaria.
Según lo establecido en el artículo 172 del Código Penal, “será sancionado con pena de prisión de seis a diez años, quien promueva, facilite o favorezca la entrada o salida del país, o el desplazamiento dentro del territorio nacional, de personas de cualquier sexo para realizar uno o varios actos de prostitución o someterlas a explotación, servidumbre sexual o laboral, esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, trabajos o servicios forzados, matrimonio servil, mendicidad, extracción ilícita de órganos o adopción irregular”.
En situaciones donde el delito de trata de personas es perpetrado por un grupo delictivo conformado por dos o más individuos, la pena de prisión oscilará entre los ocho y los 16 años, así como también cuando el perpetrador abuse de su posición de autoridad o aproveche su profesión o función para cometer el delito, de acuerdo a la misma normativa.
El bar Tencha es un local con más de 60 años de existencia y es considerado el prostíbulo más antiguo de Cartago.