A Roxana Ferllini los huesos le “hablan” desde hace 20 años. Es la primera antropóloga forense tica especializada en Estados Unidos. Trabaja en Inglaterra. La Nación conversó con ella en noviembre pasado, cuando vino de vacaciones, ya que aquí seis de cada 10 osamentas no son identificadas.
Cuando aparecen cadáveres en reducción esquelética, ¿por qué el antropólogo forense debe estar presente? El antropólogo forense no solo hace trabajo en la morgue, sino que va al levantamiento, máxime cuando hay que hacer una exhumación porque se aplican técnicas de arqueología. Es importante realizar el proceso de manera muy metodológica porque al usar esas técnicas uno puede recobrar indicios. Por ejemplo, cuando alguien hace una fosa, usa una pala y eso puede quedar marcado en el filo de la fosa. Si tenemos un sospechoso y tiene una pala, esta se decomisa, la ponemos contra el borde y puede calzar. Si no realizamos las técnicas correctas, perdemos contexto y al perder contexto, perdemos información. Cuando se llega al cuerpo, es muy importante que el antropólogo esté para que los restos se manipulen como debe ser.
El OIJ no tiene un antropólogo forense de planta y, por lo general, los investigadores son quienes hacen el levantamiento. ¿Qué es lo recomendable en este caso?
Tradicionalmente, el investigador asiste al antropólogo-arqueólogo forense, pero si no lo hay, el investigador debe tener los conocimientos para asumir la responsabilidad sin bajar los estándares aceptables.
¿Los huesos ‘hablan’?
Sí. Los huesos pueden decir mucho. El antropólogo forense puede determinar sexo, edad, afinidad biológica, estatura y características propias como evidencias de cirugías óseas, trasplantes óseos, accidentes, también determina trauma. Por ejemplo, en una herida de arma blanca se ve entrada, trayectoria, huesos involucrados, marcas y si el filo del cuchillo fue de sierra o liso. Si uno encuentra restos óseos muy completos, es muy fácil, pero si son restos aislados se va a dificultar.
¿Puede dar algunos ejemplos de la información que se obtiene de los huesos?
El fémur dice sexo, estatura, puede ayudar a decir la raza, la edad no tan exacta, pero sí si es muy joven o muy adulto, si tuvo alguna herida o hasta características propias. El radio tal vez diga estatura con un margen de error muy alto. ¡Qué mejor que la pelvis y el craneofacial para determinar el sexo! La nariz, el maxilar superior, los pómulos (el hueso cigomático), los huesos nasales y la forma del cráneo sirven para la raza.
¿El fin de la antropología forense es la identificación del sujeto?
Sí, la identificación presuntiva, no positiva. El antropólogo forense da un perfil biológico (sexo, edad, raza, estatura, etc.); por ejemplo, yo digo que es mujer, 160 centímetros, 25 años, caucásica (blanca) y presumimos que es ‘x’ persona. La identificación es positiva cuando el ADN (comparado con el de familiares) confirma que se trata de la misma. El antropólogo forense también puede hacer identificaciones positivas a veces cuando hay radiografías antes y después de la muerte. Por ejemplo, todos tenemos un seno frontal y esta forma es única en cada uno de nosotros; si hay una radiografía, se compara, se mide y se analiza la morfología.
¿Se ha sobrecargado el análisis de ADN antes que el estudio del perfil biológico de los huesos?
Para sacar una muestra de ADN hay que cortar el hueso. Si no sabemos y no analizamos los restos óseos de antemano, estamos alterando el hueso. ¿Qué hago yo si alteramos el hueso sin saber primero si es hombre o mujer, o cuál estatura tiene? Busquemos el perfil biológico y de ahí vamos al ADN para efectivamente saber a quién andábamos buscando.
¿Ustedes trabajan también con personas vivas?
Sí, se ha pasado a analizar vivos. Hay casos de individuos indocumentados que pasan por las fronteras y cuando son arrestados dicen que son menores de edad porque la ley que les aplican es diferente; pero el antropólogo, si la dentadura no ayuda a determinar claramente si tiene 17 o 18 años, hace un análisis de tomografía computarizada, donde se analiza el cuerpo, radiografías, se pueden hacer diferentes tipos de estudios para determinar el desarrollo óseo que la persona tenga y determinar la edad exacta.Otro ejemplo: cuando roban un banco y hay cámaras, el OIJ obtiene el video donde se ve la persona. Hay antropólogos forenses que se especializan en estudiar el video y, cuando ya tienen al sospechoso, lo hacen caminar y entonces estudian la morfología de la persona, la estructura de la cara y el movimiento de los huesos porque todos caminamos diferente, y se analizan estas características con software que han desarrollado para decir si es o no es la persona.
¿Por qué en Costa Rica el desarrollo de la antropología forense ha mermado frente a otros países de Latinoamérica?
La antropología forense en Latinoamérica comenzó en Argentina con los desaparecidos en la década de los setenta y ochenta, luego se desarrolló más en Chile. Estados Unidos también entrenó antropólogos en Guatemala por el genocidio de los mayas.
”Costa Rica difiere radicalmente porque no hemos tenido guerras civiles, aparte de la de 1948. Aquí no hablamos de fosas comunes como en Centroamérica y partes de Suramérica. Aquí no ha habido ese tipo de violaciones de derechos humanos, no ha habido genocidios ni crímenes de guerra. Gracias a Dios, no vivimos con ese miedo ni conocemos lo que es vivir bajo esas circunstancias.
”Yo también siento, para ser muy franca, que no ha habido voluntad para promover la Antropología Forense. En el tiempo en que yo estuve en el OIJ (1989-1993) hubo personas que sí abogaron por el desarrollo, pero otras no tuvieron interés y tenían más poder de decisión. Por ende, a la fecha no hay plazas de planta”.
Frente a ese contexto en el que no hay guerras, fosas comunes o desapariciones forzosas, ¿se justifica entonces que el OIJ no tenga un perito en la materia?
Aquí es muy importante el antropólogo forense porque ayuda con tantos restos óseos que se encuentran. Costa Rica es un país tropical y no es lo mismo un cuerpo que quede expuesto aquí que en Inglaterra, porque allá dura mucho más en descomponerse.
”Es muy importante la asesoría de un antropólogo”.