Brian Lynn Hogue, de 65 años, un inversionista estadounidense desapareció el 1.° de junio del 2015 cuando viajaba en un vehículo marca Suzuki XL7, de San José hacia Guápiles, Limón.
Aunque familiares y amigos ofrecieron una recompensa de ¢5 millones por datos que ayudaran a localizarlo, hasta hoy el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) no dispone de indicios sobre su paradero.
El caso de este extranjero representa uno de las 203 personas desaparecidas en el 2015 (152 hombres y 51 mujeres), y de quienes según palabras de investigadores de la Policía Judicial “se los tragó la tierra”.
El OIJ recibió el año anterior 593 denuncias de personas adultas que, sin mayores explicaciones, salieron de la casa y no volvieron. De la cifra anterior, 390 fueron localizadas por las policía (24 aparecieron muerto) o regresaron a sus casas.
La Oficina de Planes y Operaciones de la Policía Judicial reveló que en los últimos tres años, la cifra de personas desaparecidas se cuadruplicó. Del 2013 todavía no se sabe nada sobre 35 personas, mientras que del 2014, el número es de 40.
Rigurosa labor. Pese a que la desaparición no es un delito, la Policía si realiza una pesquisa pues podría ser la secuela de algún hecho ilícito como secuestro, homicidio o asalto.
Por tal situación, el OIJ desde hace algún tiempo fundó una unidad especializada en este tipo de denuncias. Este equipo, tras la denuncia, inicia un riguroso análisis del desaparecido en busca de hechos anormales.
Investigadores del citado grupo explicaron que revisan cuentas bancarias, posibles salidas del país y el registro de llamadas telefónicas.
Precisamente, en el caso del estadounidense Brian Hogue, ese análisis permitió a los investigadores descubrir que luego de la misteriosa desaparición del inversionistas, 10 de sus propiedades tuvieron movimientos en el Registro Nacional.
La alerta hizo que la Fiscalía Adjunta contra la Delincuencia Organizada (Facdo) gestionara intervenciones telefónicas y se ejecutaran allanamientos en Pococí y San Carlos.
Las pesquisas revelaron a la Policía que Hogue fue asesinado, aunque su cuerpo no aparezca.
La oficina de prensa de la Fiscalía General informó de que se cuenta con suficientes elementos probatorios, razón por la cual desde el pasado 8 de marzo se abrió una causa por el delito de homicidio calificado. Las primeras imputadas son dos hermanas de apellido Gaitán contra quienes se impuso seis meses de prisión preventiva.
El lunes anterior, por este mismo expediente se entregó en el OIJ de Limón, un hombre de apellido Zúñiga. Al individuo se le considera el autor material del crimen y el martes el Juzgado Penal de Limón le impuso también seis meses de preventiva.
Asimismo, hay otros dos implicados, que son de apellidos Corrales y López, a quienes se le impuso medidas cautelares. Al primero le atribuyen los delitos de estafa y falsedad ideológica y, al segundo, aborto procurado en perjuicio de una de las hermanas detenidas.
Incógnita. El OIJ ha intentado establecer cual es el motivo de las desapariciones, pero la mayoría de personas, luego de aparecer no quieren hablar con la Policía.
Empero, los investigadores lograron establecer que muchos huyen del hogar por deudas, pensiones alimenticias o por líos entre hermanos por herencias.
También se tienen casos de consumidores de drogas que se convierten en adictos y la familia como no sabe dónde están, denuncian la desaparición. Algunos son encontrados en centros para desintoxicación.
En cuanto a las desaparecidos que luego fueron hallados muertos (24 casos), los investigadores prefirieron no ahondar en detalles. En cinco casos se confirmó que fueron homicidios.