Ante la imposibilidad de las autoridades panameñas de contener el masivo ingreso de personas extrarregionales a esa nación, la Dirección de Migración y Extranjería tica permitirá el paso controlado de 2.600 personas.
Aunque por el momento no han detallado el período en que se hará el traslado de esas personas de Paso Canoas, en Corredores, Puntarenas hasta Peñas Blancas en La Cruz, Guanacaste, se supo que la noche de este lunes a las 8:30 p. m. ingresó un grupo por Paso Canoas.
La Dirección General de Migración y Extranjería, en conjunto con la Comisión Nacional de Emergencias CNE y el Ministerio de Salud informaron de que con la finalidad de evitar una acumulación masiva de migrantes y ante el riesgo del nuevo coronavirus, el traslado estará a cargo de las autoridades costarricenses.
Esta situación trasciende seis días después de que el país cerró las fronteras aéreas, terrestres y marítimas para frenar el contagio del covid-19, que ya registra 177 pacientes contagiados.
Anteriormente, a esa personas que provienen de países de África y Asia, se les otorgaba un permiso temporal de estadía por 25 días, tiempo durante el cual los foráneos debían trasladarse por sus medios hasta la frontera norte y de ahí salir de manera ilegal, pues Nicaragua no les permite el ingreso.
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En esta ocasión, según informó Migración, los migrantes serán llevados en buses con vigilancia policial.
En primera instancia, los extranjeros serán entregados a las autoridades migratorias de Costa Rica directamente, por parte de las autoridades migratorias de Panamá. Ellos deben aportar una certificación de la salud de cada uno de los migrantes. Ningún migrante con síntomas sospechosos de covid-19 o fiebre será admitido en este flujo, informó Migración.
Los extranjeros pasaran a suelo tico en buses panameños hasta la Centro de Atención Temporal de Migrantes (Catem Sur), ubicado en Kilómetro 20 de Golfito. Ahí les volverán a realizar la toma de signos vitales y revisión de salud a cada uno.
Luego serán transportados, también en buses, hasta el Catem Norte, en La Cruz, Guanacaste, donde de nuevo serán sometidos a un chequeo médico.
El objetivo de esta medida es evitar que los foráneos pasen por el país por su cuenta como lo hacían anteriormente. Migración espera que estando en La Cruz, los migrantes como ha sido lo normal, busquen las rutas para salir del país.
Se estima que el interés de estas personas es llegar a Estados Unidos y no permanecer en suelos costarricenses.
“Debemos recordar que, en el 2016, la frontera sur se vio muy afectada por el ingreso masivo de migrantes africanos y haitianos, teniendo aglomeraciones de hasta 2.600 personas en la línea fronteriza de Paso Canoas.
"Como institución, y ante la emergencia por el covid-19, no podemos permitir repetir esa situación, y debemos prevenir y evitar a través de las coordinaciones bilaterales entre Costa Rica y Panamá, así como interinstitucionales, el libre tránsito de estos migrantes por el país”, señala Raquel Vargas, directora general de Migración.
Desde el 2016, estas personas han estado ingresando al país a través de un flujo migratorio controlado.
Desde su llegada a Paso Canoas se les realiza una valoración de su salud con el apoyo de la Cruz Roja, así como la revisión de su identidad en las diferentes bases de datos y toma de datos biométricos en resguardo de la seguridad nacional.