Unos 6.000 privados de libertad están sin agua desde el sábado, luego de que se dañaran las dos bombas que regulan el abastecimiento del líquido en el complejo penitenciario La Reforma, en San Rafael de Alajuela.
Reynaldo Villalobos, director de Adaptación Social del Ministerio de Justicia, confirmó, este domingo, la situación y aseguró que trabajan en solucionar el problema “lo más pronto posible”.
El centro cuenta con dos pozos propios. Cada uno de estos, trabaja con una bomba, que impulsa el agua para llenar los tanques de abastecimiento.
Preliminarmente, Villalobos maneja que el equipo se quemó, pero los técnicos aún averiguaban lo sucedido.
“A esto le damos constante monitoreo, pero son cosas que pasan. Eso sí, aún tenemos que esperar el informe de los técnicos que revisan el sistema. Quizás lo tengamos el lunes (hoy)”, manifestó el funcionario.
De todas formas, aseguró que, a partir de hoy, buscará una empresa que venda e instale estas bombas para contratarla y así evitar que el problema se extienda durante más días.
“Empezamos mañana (lunes) mismo una contratación urgente. Esperamos que, en tres días o menos, vamos a tener todo arreglado. La idea es hacerlo de la forma más ágil posible”, prometió.
Mientras la solución permanente llega, Villalobos detalló que cuentan con la colaboración de camiones cisterna, que suministran agua al complejo penal.
“Estamos haciendo todo lo necesario para que no haya problema con la población. Tenemos que garantizar las actividades básicas: el agua de las cocinas, para tener limpios los servicios sanitarios, para atención médica y para el aseo corporal”, explicó.
‘Mala situación’. A pesar de que el director aseguró que velan por el bienestar, Mayela Sovalbarro, hermana de un reo de la cárcel de San Rafael (uno de los cuatro centros del complejo La Reforma), aseguró que el faltante de agua ha empeorado “drásticamente” la situación de los presos.
“Yo fui ayer (sábado) a visitarlo y me topé con la sorpresa de que no había agua. No me pude ni lavar las manos y eso es desagradable. No pude ir al baño porque olía asqueroso y estaba demasiado sucio”, contó.
Según Sovalbarro, los reos estaban molestos, “pero tienen que aguantarse y eso es fatal”.
“Mi hermano le preguntó a un policía que cuándo volvía el agua y el oficial casi ni le tomó importancia a la pregunta. No se burló, ni nos trató mal, pero fue indiferente. No se daba cuenta de que todos estaban ahí con una gran deshidratación”, expresó.
Ante esto, Villalobos dijo que trabajan para que el suministro del agua se estabilice pronto, pero también desmintió que la situación sea tan caótica.
“Hay gente que se aprovecha de esto y dice cosas sin estar realmente enterados”, señaló.