Fernando Campos Jiménez salió de su casa el pasado 28 de diciembre cuando al poco tiempo se enteró de que hubo una explosión de pólvora en la vivienda contigua a la suya, ubicada en La Pitahaya de Aguacaliente, en Cartago. De inmediato, se puso en contacto con su esposa, quien sí estaba en ese sitio junto a su hijo y una sobrina, ambos menores de edad.
“Ella me dijo que gracias a Dios todos estaban bien, pero mi hijo, de 13 años, está muy asustado. Él se estaba bañando cuando explotó todo. Tuvo que salir envuelto en un paño y ver cómo hacía porque le cayó el techo encima. Imagínese estar bañándose y que de repente todo le caiga encima: el cielorraso, las lámparas...”, mencionó Campos.
Dos días después del trágico hecho en el que murió un hombre y otros tres sufrieron graves quemaduras, este vecino hizo el recuento de los daños y aseguró que su casa quedó “inhabitable”. Lo que más preocupación le genera es que no tiene manera de hacerle frente a los gastos que le significa la reparación. “Se cayó el cielorraso. Las ventanas, las puertas, una canoa también. La casa está inhabitable, no se puede estar aquí, es que no quedó nada en pie”, apuntó el lugareño.
Por ello, Campos pidió la colaboración de la ciudadanía para poder salir adelante de esta situación. Si usted desea ayudarle, puede hacerle una transferencia vía Sinpe Móvil, a los teléfonos: 6120-0991, 7136-8670 o bien al número 6100-8365.
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La desgracia
A las 3:32 p. m. del 28 de diciembre ingresó una alerta por un incendio en una vivienda, pero, al llegar al sitio, los bomberos confirmaron que se trató de un estallido de pólvora de gran magnitud. En apariencia, en esa vivienda había una fábrica clandestina de pólvora y, de acuerdo con varios vecinos, la explosión se escuchó a varios kilómetros a la redonda.
A raíz del hecho, un hombre, identificado como José Alberto Segura Hernández, de 55 años, murió y otros tres sujetos resultaron gravemente heridos, al punto de que uno de ellos tenía hasta prensas de ropa incrustadas en la espalda.
El fallecido era el propietario de la casa donde estaba la fábrica clandestina, mientras que los heridos son sujetos con edades de 22, 30 y 36 años, quienes caminaron desorientados durante varios minutos, mientras se iban quitando pequeños trozos de ropa que tenían adheridos a sus cuerpos.
El fuego afectó una vivienda de 100 metros cuadrados, de los cuales se quemaron 60 metros cuadrados. Asimismo, la onda expansiva dañó ventanas, techos y paredes en cuatro viviendas aledañas.