El sistema de alarma del poliducto de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) evitó un robo de combustible en El Coyol, Alajuela la noche del pasado jueves. En menos de cinco minutos el personal de la institución llegó al lugar y detectó la toma ilegal por medio del control que monitorea la presión en la tubería.
Una vez en el sitio, sobre ruta 1, cerca del puente ferroviario en las inmediaciones de la productora de leche Dos Pinos, Bomberos y colaboradores de la Refinadora detuvieron la fuga y repararon la tubería que los delincuentes pretendían perforar y sustraer diésel.
“Trabajamos en conjunto para la contención de la fuga, se instaló un refuerzo empírico mientras llegaban las unidades con equipo especializado. La unidad de Materiales Peligrosos colocó una abrazadera en el tubo para terminar de contenerlo, esto con ayuda del personal de Recope”, dijo el bombero Marlon Arias.
El robo de combustible es un riesgo para la población, afecta el ambiente y genera pérdidas millonarias al país.
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La gasolina para aviones y el diésel son los hidrocarburos más perseguidos en los robos al poliducto. Recientes estadísticas que la Refinadora brindó a La Nación evidencian que, el año pasado, el robo de combustible se triplicó. Los ladrones “ordeñaron” la tubería, en promedio, 11 veces por mes.
Precisamente, en el 2022, los delincuentes sustrajeron 17.788 barriles de hidrocarburos, un crecimiento del 365% si se compara con los 4.873 barriles robados en el 2021.
Pese a que en este tipo de delincuencia hay casos muy rudimentarios, en diciembre pasado, Juan Manuel Quesada, presidente ejecutivo de Recope, mencionó en la Comisión de Energía de la Asamblea Legislativa que detrás del robo de combustible podría estar involucrado el crimen organizado, debido a la sofisticación con que diseñan las conexiones.
Ese incremento también se reflejó en la cantidad de denuncias que recibió el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), con 129 reportes en el último año y solo 31 en el 2021, una diferencia de casi 100 aparentes hechos delictivos más denunciados entre un periodo y otro.
Aunque no existe una cifra estimada de la pérdida que sufre la Refinadora por el robo de combustible, sí es seguro que el perjuicio económico es de miles de millones de colones que, a largo plazo, repercuten en las tarifas de los carburantes que pagan los costarricenses, ya que este aspecto se toma en cuenta al fijar el precio de las gasolinas y el diésel.
El último dato conocido indica que, de noviembre del 2016 a agosto del 2019, se detectaron 530 tomas ilegales, y el valor de los productos sustraídos alcanzó los ¢7.500 millones.
Sergio López, jefe de comunicación y estrategia digital de Recope, llamó a la población a denunciar cualquier sospecha de robo de combustible a la línea confidencial y gratuita 1002. Este delito se castiga hasta con 15 años de cárcel.