Agentes del OIJ de Upala detuvieron este jueves a dos sospechosos de integrar una banda dedicada al robo de cable telefónico.
Lo anterior luego de tres allanamientos en la comunidad de Popoyuapa, en San José de Upala.
Los detenidos fueron el supuesto líder del grupo, de apellido Vega, de 38 años y un ayudante apellidado Espinoza, de 20. Se está tras la pista de un tercer sospechoso que permanece en fuga.
Según datos del OIJ se estima que lo robado cuestan alrededor de ¢100 millones y volverlo a colocar cuesta unos ¢50 millones.
Esa acción delictiva causa contratiempos por desconexión en los hogares, negocios e instituciones de la zona, al mismo tiempo que le deja pérdidas millonarias al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
La banda tenía unos seis meses de robar cable telefónico en diversos puntos de ese cantón alajuelense, fronterizo con Nicaragua. Una vez que sustraían el cobre, lo vendían principalmente en chatarreras.
De acuerdo con el OIJ, la investigación se inició desde hace unos cinco meses, cuando se recibió la primera denuncia por parte del ICE.
Se logró determinar que los sospechosos aprovechaban la noche, cuando todo estaba solitario para cortar los cables y sacar el cobre, que posteriormente vendían.
En los allanamientos de hoy, las autoridades decomisaron un arma de fuego, gran cantidad del material que recubre el cable telefónico, herramientas y una motocicleta con denuncia por robo.
Los detenidos quedaron a la orden de la Fiscalía de Upala y serán indagados en las próximas horas para definir su situación jurídica.
La acción judicial contó con la participación de agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Ciudad Quesada y La Fortuna de San Carlos, así como del cantón de Los Chiles, además de fiscales y personal de la Fuerza Pública de Upala.
Atención especial
La semana pasada, la Fiscalía anunció que dará especial seguimiento a las bandas dedicadas a este delito, pues se trata de un servicio esencial que en tiempos de pandemia se torna indispensable para centros educativos, hospitales, instituciones y personas que hacen teletrabajo.
Solo en el último año y medio, el robo de cable e infraestructura de telecomunicaciones contra el ICE supera los ¢3.000 millones.
Bandas organizadas estarán detrás de estos robos contra esa institución pública. La Fiscalía afirma que hasta tienen división de trabajos, pues hay cortadores de cable, transportistas, encargados de almacenaje, centros de acopio, y hasta exportadores del cobre, el cual tiene un alto precio internacional.
El fin de semana otras seis personas cayeron en manos de las autoridades que los capturaron con cable robado al ICE en Parrita, provincia de Puntarenas.