Los choferes de plataformas de transporte como Uber y DiDi en el país se la tienen que jugar a diario para evitar ser asaltados o, como ha ocurrido en semanas recientes, hasta asesinados.
Las estrategias van desde mantener contacto permanente entre compañeros a través de grupos de WhatsApp, hasta coordinar para llegar a cualquier parte de la Gran Área Metropolitana (GAM) para “apadrinar” a otro conductor que esté por ser atracado y herido por un pasajero, posiblemente con un cuchillo o un arma de fuego, en media calle.
En el último mes, Federico Mora Quesada, Marco Castro Quesada, Eddy Salmerón Morán y Pedro Martínez Vargas fueron asesinados mientras trabajaban con sus vehículos por las carreteras del país.
Los cuatro eran conductores de plataformas y todos fueron atacados con puñales y pistolas, para robarles sus pertenencias y los carros. Tres cadáveres fueron ubicados en cantones de Heredia y el otro en Moravia, en San José. Eran ticos de entre 29 y 49 años que solo estaban haciendo su trabajo.
La mañana del viernes, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detuvo a cuatro de los seis integrantes de una banda criminal sospechosa de asesinar y herir considerablemente a varios choferes de Uber y DiDi en el último mes, en San José y Heredia.
El grupo era liderado por un hombre de 25 años junto a otro joven menor que él y otros dos sujetos que continúan en fuga.
También formaban parte de la banda una mujer de 28 años y otra menor que ella, quienes, al parecer, se encargaban de conseguir a las víctimas.
Según el OIJ, las muchachas primero solicitaban un viaje por la plataforma y al chofer que llegara le hacían conversación y le pedían el número telefónico personal, con el fin de supuestamente contactarlo después para más viajes.
En realidad, luego, cuando las sospechosas llamaban por teléfono a las víctimas para que les hicieran otro viaje, les solicitaban que las recogieran y las llevaran a un punto específico, pero además pedían que de camino recogieran a otras personas para que se montaran en el vehículo. Cuando llegaban al destino, los delincuentes apuñalaban a los conductores, se llevaban los carros con todas las pertenencias y dejaban a los choferes heridos o muertos ocultos entre maleza, y hasta desangrados en plena vía pública.
Por el momento, la Policía Judicial solo les recomienda a los choferes de plataformas “no concertar viajes vía telefónica o sin utilizar las aplicaciones, pues al omitir el uso de la aplicación no se tiene rastro de la persona que sube al auto o, al menos, de quien contrata el servicio”.
‘Estamos solos en esto’
Sin embargo, conductores que conversaron con La Nación explicaron que por el nivel de inseguridad y violencia que sufre el país actualmente, ese tipo de acciones se quedan cortas y están obligados a tomar medidas mucho más contundentes.
“Ninguna de las empresas nos va ayudar si nos pasa algo. Nosotros estamos solos en esto y, si no nos cuidamos, los asaltos y asesinatos van a seguir. Ya hemos implementado medidas para cuidarnos y hasta hemos evitado un montón de asaltos.
“También hemos llevado gente armada en el carro, pero tenemos protocolos, incluso para bajarlos. Depende del código que a mí me canten por radio, yo sé si tengo que dar aviso a la Policía o si tengo que ir a rescatar a algún compañero que está en problemas”, explicó un chofer de una plataforma, de apellido Sánchez y de 32 años, quien dio una entrevista telefónica a este diario el pasado 19 de abril.
El hombre tiene seis años de trabajar en este servicio y hace cinco inició un grupo de WhatsApp que ahora tiene 200 conductores, quienes a diario se protegen entre sí de los delincuentes.
Indicó que, aunque hay muchos grupos similares en el país, este es uno de los más grandes y seguros, ya que aplican rigurosas medidas para evitar la filtración de criminales.
Para ingresar al grupo, los conductores interesados deben entrar a otro grupo que funciona como un “filtro” y posteriormente cumplir una serie de requisitos para ser aceptados en el chat oficial.
El administrador, quien ha realizado más de 13.000 viajes durante toda su carrera, detalló que la mayoría de integrantes son de la GAM, pero que hay personas de todo el país, desde Jacó, Puntarenas, Limón, Guápiles y Turrialba, hasta San Carlos, Ciudad Quesada y Grecia.
“Somos como una cooperativa”, comentó.
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‘Ola de asaltos’
Sánchez subrayó que aunque siempre ha existido peligrosidad para los choferes de plataformas, en los últimos meses la situación ha recrudecido.
“Hay una ola de asaltos. Ahora, la situación está tan difícil al no haber tanta seguridad. Nosotros nos ayudamos en todo momento, tenemos nuestros propios códigos, nuestras propias reglas. Por lo menos amortiguamos un poco la inseguridad que sentimos de andar solos en la calle”, destacó el hombre.
El trabajador dijo que aunque no podía revelar el modus operandi que utilizan en el grupo para evitar asaltos y agresiones, lo cierto es que mantienen contacto permanente mediante radiofrecuencia todos los días y tienen a mano la ubicación exacta en tiempo real de todos los integrantes.
Resaltó que lo principal es que siempre está la disposición de “apadrinar” a cualquier compañero.
“Una vez yo necesitaba ayuda en Alajuela y en menos de 10 minutos ya tenía 20 carros del grupo mío atrás, apadrinándome en todo momento. También tenemos un amigo que es policía y nos ayuda a coordinar con Fuerza Pública. Entonces, si a mí me quieren joder, van a tener que jodernos a todos y ver qué hacen con más de 30 carros encima en un solo lugar”, mencionó.
El administrador del grupo y conductor de profesión aclaró que aunque exista apoyo colaborativo mediante las herramientas digitales, los choferes también deben tener rigurosas medidas de seguridad de manera individual, ya que los incidentes se pueden evitar con solo “medir al cliente” y no montarlo desde antes de iniciar el viaje o, incluso, bajarlo en medio camino.
Comentó que los choferes tienen que tener mucho cuidado con cuáles individuos suben a sus carros y también deben desconfiar de los usuarios muy nuevos, ya que comúnmente son las personas que se abren una cuenta con la única intención de asaltar conductores.
Asimismo, recordó que siempre que no se monte a un cliente o se baje en medio camino, se debe hacer el reporte a la plataforma y explicar con detalle por qué se tomó esa medida, con el fin de evitar alguna sanción por una queja del usuario.
“Hay compañeros que no aplican medidas de seguridad y hay que tener experiencia. Como la situación está tan difícil, mucha gente opta por ser conductor de plataforma y, cuando uno empieza, monta al que sea mientras pague, pero eso no es así; uno tiene que medirse y saber a quién monta. Si siente desconfianza, no lo monte o lo baja en medio camino”, concluyó.
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