La autopsia practicada a la turista alemana Karin Holzapfel, cuyos restos aparecieron en un playón de Herradura, cantón de Garabito, Puntarenas, descartó que su muerte se debiera a una acción criminal, pues no se encontró ningún tipo de lesión.
El dato lo confirmó la oficina de prensa del Ministerio Público, en un comunicado en el cual, además, detallaron que en el análisis practicado por la Sección de Patología Forense del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) no se pudo determinar la causa de muerte.
Debido a estos hallazgos y al considerarse que no había elementos para iniciar una investigación, la Fiscalía de Garabito solicitó el pasado 28 de agosto al Juzgado Penal de Garabito que se dictara una desestimación en el trámite de la causa 20-000463-077-77. Una desestimación significa que no hay nada más por investigar.
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Karin Holzapfel, de 32 años, desapareció el 28 de junio. Empero, fue hasta el 6 de julio cuando la cónsul de Alemania en nuestro país interpuso formalmente ante el OIJ la denuncia de la desaparición.
Según los reportes, la última vez que vieron a la turista, se encontraba paseando por diversos lugares de Garabito. Esa última vez que estuvo con personas conocidas vestía una blusa celeste, una enagua negra y sandalias.
La extranjera era amante del surf y mantenía estrecha comunicación con sus allegados por medio de redes sociales, pues les enviaba fotos de playas y otros lugares visitados.
Holzapfel había llegado al país desde el 6 de enero y luego visitó Panamá, el 20 de febrero. Posteriormente volvió a Costa Rica el 16 de marzo, cuando ya se tenía la alerta por los primeros casos en el país de covid-19.
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Ella decidió irse para Santa Teresa de Cóbano desde el 17 de marzo y estuvo allí hasta el 18 de junio. Luego estuvo casi dos semanas en San Mateo, provincia de Alajuela.
La última vez que se comunicó con su familia fue el domingo 28 de junio. Les dijo que huyó descalza y en pijama pues no se sentía cómoda de un retiro terapéutico y espiritual en el cual participó en San Mateo, según reportó el periódico La Teja.
Karin Holzapfel se trasladó a Jacó, en Garabito, ese mismo 28 de junio, día en que se perdió su rastro.
El sábado 4 de julio fue cuando una persona que camina por la playa encontró los restos humanos en la playa. Se trata de un islote al que se puede ingresar por Herradura cuando baja la marea. En aquel momento se dijo que los restos estaban en avanzado estado de descomposición y fue hasta día siguiente, el domingo, cuando encontraron el cráneo.
Fue precisamente con la comparación de las piezas dentales halladas y lo aportado desde su país, que se corroboró que se trataba de ella.
El periódico La Teja informó además que Meinolf Schulte, un alemán que vive en La Fortuna de San Carlos y ayudó a la familia en la búsqueda de Karin, comunicó que la semana anterior le hicieron un funeral para despedir a la joven y tratar de cerrar este amargo hecho.