Tres meses. Ese fue el tiempo que duró la Policía Municipal de San José, el Ministerio de Salud y la Fuerza Pública en clausurar un local, cercano al paseo Colón, donde se realizaban megafiestas casi todos los fines de semana del presente año.
El cierre fue concretado la noche de este sábado mientras se desarrollaba un evento con cientos de asistentes, indicó el director de la Policía Municipal de San José, Marcelo Solano.
Según el documento del acta de clausura, del cual La Nación tiene copia, el recinto está ubicado entre avenida 3 y 5, calle 38, contiguo al restaurante O’ Sullivan Culinary, en el distrito Merced.
Un hombre identificado como Serguei Swirgsde González aparece como “propietario registral del inmueble”, pero no se encontraba en el local al momento de la clausura, aseguró Solano.
Ante una consulta de este diario, Swirgsde afirmó que no estaba enterado de la clausura y que solo se iba referir al tema vía correo electrónico, pero aún no ha respondido las preguntas enviadas desde este lunes.
De hecho, el director policial afirmó que nadie quiso recibir la orden sanitaria tras la diligencia y que el documento se tuvo que dejar con un grupo de personas en calidad de testigos.
Al final, la notificación fue firmada por un hombre que se identificó como de apellidos Olivares Matamoros, quien, según Solano, se encontraba como guarda de seguridad del evento.
“La orden sanitaria se le hizo leída al administrador porque se negó a recibirla. El local queda clausurado indefinidamente para actividades comerciales”, manifestó el director.
Este sitio había sido intervenido en varias ocasiones porque era utilizado para albergar eventos ilegales sin medidas sanitarias y con gran aglomeración de personas, confirmó la Policía Municipal de San José.
Sin embargo, no se había clausurado porque los organizadores de los tumultos evadieron el proceso administrativo en todas las ocasiones y nunca fueron notificados.
Marcelo Solano indicó que las primeras actividades acá fueron promocionadas por un negocio llamado “The Living Room”, el cual anunció la inauguración del inmueble con una fiesta el 15 de enero.
Documentos en poder de La Nación respaldan que las autoridades sanitarias y policiales se habían apersonado el pasado 4 de marzo con un “Acta de inspección” al establecimiento, pero se les negó el ingreso.
La Policía incluso se movilizó a distintos puntos de San José para buscar a los responsables, pero hasta la fecha no ha logrado ubicarlos.
Anteriormente, el presidente de la Asociación de Bares, Restaurantes y Afines (Asobarest), José Francisco Quesada, reclamó que las autoridades deberían ser más eficientes para atender estos eventos ilegales.
“Por estas fiestas sin protocolos puede haber un aumento de casos de covid-19 y que luego se castigue al comercio que tanto le ha costado levantarse. Además, estos lugares donde las hacen no pagan impuestos, patentes ni permisos de salud y nos parece una competencia desleal totalmente injusta e irresponsable.
“Nos han llegado imágenes de esas fiestas que se publican en Facebook. Nosotros no somos una autoridad, pero si hay esas publicaciones en redes sociales, hay una manera de investigar y llegar a ese punto, que la policía investigue los números que ponen o haga un policía encubierto que llegue a la actividad”, dijo Quesada.
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120 eventos irregulares
Durante este fin de semana también se registraron más de 120 eventos con aglomeración de personas en distintos puntos del país, comunicó el viceministro de Seguridad Pública, Eduardo Solano.
“Inclusive se detectaron casos de personas que tenían orden sanitaria de aislamiento y estaban circulando en espacios públicos”, destacó el jerarca.
Ante una consulta de este medio, el Ministerio de Salud confirmó que en la capital también se clausuraron tres establecimientos por incumplimientos a lineamientos covid-19 como ausencia de mascarillas y distanciamiento social, así como irrespeto de aforos y horarios.
Los comercios cerrados fueron House Pub, Avalon y Cocktail Party Mixology.
En los últimos días ha habido un incremento de casos y hospitalizaciones por covid-19, pero también se ha registrado un aumento en el número de denuncias por fiestas clandestinas.
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Dichas actividades pueden convertirse en peligrosos focos de contagio, en donde una sola persona puede enfermar a decenas en tan solo una noche.
Precisamente, el presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Alexander Solís, dijo este martes en conferencia de prensa que se debe procurar no acercarse a este tipo de espacios.
“Yo les insto para que, por favor, desde nuestra familia sigamos estrictamente las medidas de protección, pero también las de prevención, como cuando evitamos romper burbujas sociales, cuando evitamos ir a fiestas o a bares clandestinos donde no se cumple ninguna medida de seguridad”, exclamó.
Los organizadores de estos eventos se atienen a una multa de ¢450.200 (un salario base), según lo dispuesto en la última actualización de la Ley General de Salud.
Asimismo, el artículo 277 del Código Penal establece que “será reprimido con prisión de uno a tres años, o de 50 a 200 días multa, el que violare las medidas impuestas por la ley o por las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.
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Nota actualizada con declaraciones del presidente de la CNE, Alexander Solís.