La Fortuna (San Carlos)
Un total de 16 mujeres extranjeras eran mantenidas como esclavas sexuales en tres bares ubicados en Alajuela: dos en La Fortuna de San Carlos y uno en Chachagua de San Ramón.
A las víctimas, que procedían de Nicaragua y República Dominicana, les ofrecían trabajar como meseras, pero al llegar al país, las hospedaban en cuartos en los mismos negocios, las obligaban a ejercer la prostitución y les prohibían salir.
Así lo dieron a conocer este sábado el fiscal de La Fortuna, Randal Miranda Gómez y Stephen Madden Barrientos, jefe de la Policía Profesional de Migración, luego de que desarticularon la organización.
Las autoridades efectuaron un operativo que empezó el viernes a las 10 p. m. y finalizó este sábado a las 3 a. m. , en los bares Los Acostados, Tenampa (ambos en La Fortuna) y Los Horcones (en Chachagua).
En la acción policial, se detuvo a cinco personas, entre ellas dos hermanos (una mujer y un hombre) señalados como los líderes, de apellidos Rivera Carrión. La mujer tiene 37 años y es naturalizada costarricense. El hombre, de 39, es un nicaragüense con cédula de residencia de Costa Rica.
Asimismo, se capturó a una hija de la mujer, de 22 años y naturalizada costarricense, quien también tiene los apellidos Rivera Carrión. Otras dos mujeres arrestadas responden a los apellidos Hernández Valle y Hernández González, ambas nicaragüenses que entraron al país de modo irrregular.
En los allanamientos fueron localizados siete menores, cinco son hijos de las víctimas y dos, de los imputados.
Todos quedaron a la orden del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
Asimismo, se decomisaron fuertes sumas de dinero, documentación, 200 gramos de pasta de cocaína, 30 gramos de marihuana y teléfonos celulares.
Forma de operar
De acuerdo con las investigaciones policiales, la mujer de apellidos Hernández Valle, presuntamente se encargaba de contactar a las mujeres en la ciudad de León, Nicaragua. Ella les hablaba sobre la posibilidad de trabajar en Costa Rica como meseras, en bares.
Les ofrecía un pago de $150 al mes, más alimentación y hospedaje, informó la Fiscalía.
Las víctimas ingresaban de forma ilegal por Los Chiles. Cuando llegaban a los bares, les indicaban que tenían que desempeñarse como trabajadoras sexuales y no como meseras.
Stephen Madden y Randal Miranda dijeron que a las mujeres se les prohibía salir de los bares y se les amenazaba con la finalidad de que no se escaparan.
Miranda agregó que, además, no les pagaban nada. Les decían que el dinero (¢16.000 por cada servicio) se les estaba guardando, pues se lo iban a entregar luego.
La organización venía operando desde hace un año y fueron vecinos los que alertaron a las autoridades de que en esos bares se daban servicios sexuales.
El Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), en un comunicado de prensa, calificó el operativo como "un golpe bastante importante". Alejandra Mora Mora, ministra de la Condición de la Mujer y presidenta ejecutiva del Inamu, manifestó: "La trata de personas es un problema mundial y uno de los delitos más humillantes y vergonzosos que existen, ya que priva de su dignidad a millones de personas".
En este caso, las mujeres rescatadas serán atendidas por la Comisión de Trata, y debido a que eran amenazadas, serán incorporadas, además, al programa de víctimas y testigos, anunció el fiscal Miranda.