Los policías de Tránsito de San José laboran en una delegación con baños inundados, un comedor descuidado y un microondas infestado de cucarachas. Imágenes compartidas a este medio por los agentes denotan las necesidades que enfrentan en sus espacios de trabajo.
En uno de los videos se observa cómo el agua se rebasa del servicio sanitario, pues el oficial incluso camina sobre el piso inundado. Uno de los orinales está taqueado, sucio y lleno de corrosión y en ninguno de los lavamanos hay agua. En otro audiovisual se visualizan cucarachas saliendo del microondas.
De acuerdo con un policía de tránsito destacado en esta delegación, ubicada a un costado del paso a desnivel de Zapote, pese a que cuentan con personal de limpieza, las instalaciones suelen estar sucias por la falta de mantenimiento en los sanitarios. Por ejemplo, si se revienta una tubería, son los mismos compañeros los que salen “corriendo” a comprar el tubo y el pegamento para hacer la reparación, denunció.
Agregó que en el pasado se realizaban fumigaciones periódicas para minimizar las plagas, pero que ya no cuentan con ese servicio. Estos reclamos y otros más asociados a la falta de uniformes o repuestos para sus vehículos fueron expuestos ante la Dirección y las jefaturas, pero no han obtenido respuesta, dijo el oficial, cuyo nombre no será mencionado en esta nota, pues teme represalias en su trabajo.
LEA MÁS: Policía de Tránsito se redujo en un 30% en la última década
La delegación de Policía de Tránsito de Zapote es la única que atiende todos los incidentes en la capital y en ella trabajan al menos 20 oficiales por turno. Ninguno de ellos cuenta con un lugar digno para comer, ni un artefacto limpio para calentar los alimentos, denunció el agente.
Denuncias conocidas y desatendidas
Según Gustavo Mora, miembro de la seccional CTP-MOPT y Policía de Tránsito, de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), las cucarachas no solo están presentes en el microondas, sino también en los vehículos, pues los funcionarios no tienen un lugar adecuado para comer y optan por hacerlo en las unidades.
“En los baños muchas veces no hay agua y cuando la hay, se inundan”, confirmó Mora. Además, indicó que por estos rebalses, es común que la recepción del edificio, así como otras áreas, huelan a orines.
Mora destacó que, a pesar de que se informó al Ministerio de Salud sobre esta situación, la delegación no fue clausurada. “El año pasado, un día que llovió, el agua se metió en el cielorraso y a un compañero se le cayó un fragmento del techo en el pie, lo que lo dejó incapacitado por un mes”, comentó.
Además de los daños en la edificación, Mora indicó que la delegación de Zapote se convirtió en una bodega de unidades sin funcionamiento. Otras patrullas defectuosas también fueron llevadas al espacio donde antes funcionaba la escuela de policías de Tránsito.
Por último, denunció que en la actualidad los oficiales de tránsito laboran en roles de 2x2x2, en el que trabajan durante dos días consecutivos, descansan dos días y luego vuelven a trabajar durante dos días. Según las fuentes, desde que se implementó este tipo de jornada, el tiempo de espera para la atención de un incidente aumentó de una a cinco horas, porque no se cuenta con los oficiales necesarios en cada turno.
Con el propósito de hallar una solución a todos estos problemas, Mora solicitó reuniones con las autoridades pertinentes. Sin embargo, dijo que no recibieron una solución concreta, y solo les indicaron que se trabajará en el asunto.
Advirtió que si las malas condiciones laborales persisten, buscarán el respaldo de diversos diputados que ya expresaron su apoyo a los policías afectados y tampoco descartó una manifestación de Policías de Tránsito.
Según Mora y el oficial que habló con este medio bajo anonimato, la situación en el cuerpo policial empeoró desde hace varios meses. Esto se lo atribuyen a decisiones de la Dirección de la Policía de Tránsito, como la unificación de las subdelegaciones existentes en distintas zonas de San José en una sola ubicada en Zapote. Sostuvo que cuando un funcionario expresa su descontento, recibe “castigos”, como una gira de varias semanas o traslados a delegaciones más alejadas.
¿Qué dice el MOPT?
En respuesta a consultas enviadas a la oficina de prensa del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, esa cartera respondió que desde inicios de este año se realizan remodelaciones en esa delegación, ya que a ese lugar se trasladó también la armería. Parte de esos arreglos incluyen pintar el área del comedor, aunque no se especifica cuándo estará listo.
Sobre la inundación en los servicios sanitarios, el MOPT aseveró que se detectó un baño taqueado porque depositaron papel higiénico en el inodoro, en lugar del basurero. “Este tema ya fue solucionado”, dice el correo de respuesta, atribuido a Martín Sánchez, subdirector de la Policía de Tránsito.
En cuanto a la plaga de cucarachas o la falta de mobiliario en el comedor, aseveró que no tienen reportes al respecto, pero aseguró que “se le prestará atención y se coordinará con la encargada administrativa para darles una solución”. Incluso, prometió revisar partidas presupuestarias para comprar sillas para este mismo año.
Otros problemas acumulados
Las necesidades de la Policía de Tránsito no se limitan al mal estado de las instalaciones, sino también a las unidades. El agente aseveró que en más de una ocasión él o algún compañero costearon el cambio de aceite o de llantas de su vehículo de trabajo, lo cual está prohibido, pero se ven obligados a hacerlo para evitar que las patrullas queden varadas.
En un reportaje previo, La Nación, también reflejó otras deficiencias en materia de uniformes. De acuerdo con el policía, hace dos meses les entregaron uniformes obsoletos que corresponden a prendas almacenadas desde hace años. “Incluso nos dieron pantalones con paletones, los cuales dejaron de usarse hace como cinco años”. Agregó que uno de sus compañeros presenta desde hace días una dolencia en los pies producto del desgaste de sus zapatos.