Una joven pareja de Cedral de Ciudad Quesada, en San Carlos de Alajuela, figura como sospechosa de haber agredido hasta la muerte a su propio hijo de apenas dos meses de nacido. Así lo confirmó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), luego de que el Hospital Nacional de Niños (HNN) detectó que el pequeño “presenta lesiones compatibles con el síndrome del niño agredido”.
La noticia la dio a conocer el HNN la mañana de este jueves, por medio de su oficina de prensa. La criatura primero fue llevada por sus padres al servicio de Emergencias del Hospital de San Carlos, a las 4 a. m. del miércoles, por un “problema de dificultad respiratoria”, según explicó a La Nación el director general de ese centro médico, Edgar Carrillo Rojas.
“Aquí se procedió con lo que corresponde, que es una intubación endotraqueal. El paciente mejoró y entonces eso nos dio la oportunidad de trasladarlo a las 8 a. m. al Hospital de Niños, que es un centro de mayor resolutividad que el nuestro. Por las circunstancias que rodearon el caso, tanto el departamento de Trabajo Social como todo el equipo multidisciplinario del hospital iniciaron con una investigación alrededor del caso. Lamentablemente, el paciente falleció ayer (miércoles) en el HNN”, comentó.
La directora del Hospital de Niños, Olga Arguedas, divulgó un audio para confirmar la muerte del menor y subrayó que el bebé había llegado al centro médico “en condición crítica”. Destacó que cuando se le realizó un examen físico y estudios adicionales, se le encontraron “muchos signos de violencia infantil” y lamentablemente falleció pocas horas después de llegar al HNN.
Consultada por este diario, Arguedas precisó que el pequeño ingresó al hospital a la 1 p. m. y murió a las 9 p. m. Describió que aunque inicialmente fue trasladado por un “cuadro de depresión respiratoria”, se identificó que el paciente también presentaba varias lesiones externas de consideración en la cabeza y extremidades, “que hicieron pensar la posibilidad de abuso físico”.
“Un montón de especialistas lo vieron para poder recopilar muchos datos y efectivamente era un niño con lesiones muy severas en su cabeza, que permitieron que sobreviviera apenas unas pocas horas. Inmediatamente el caso se reportó a Trabajo Social, que colaboró en el abordaje con los progenitores que estaban con el niño aquí y se reportó también al OIJ y al PANI (Patronato Nacional de la Infancia).
“Siempre el grueso de los casos de violencia contra los niños es por negligencia, son casos en que los papás, por falta de información o involucramiento en el cuido, no están atentos y suceden cosas lamentables como caídas, quemaduras o intoxicaciones. Pero este caso entra en otra categoría que es menos frecuente, que es el abuso físico, como una situación activa que se ejerce por parte de los progenitores en contra del bebé. Esto es lo que se presume considerando las lesiones”, afirmó.
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Detención de padres
El OIJ comunicó que agentes judiciales de San Carlos detuvieron a los padres del pequeño, quienes fueron identificados como una mujer de 28 años de apellido Cordero y un hombre de 27 años de apellido Luquez. El Organismo corroboró que los papás del bebé lo llevaron al hospital el miércoles y que en ese momento solo manifestaron que tenía “problemas de respiración”.
“Los médicos del Hospital de San Carlos lo revisan y lo remiten al Hospital de Niños, siendo que una vez en el HNN los especialistas en ese centro médico lo revisan y determinan que presenta diferentes lesiones, en apariencia ocasionadas por golpes, lo que hace creer y determinar que presenta el síndrome del niño agredido, por lo que dieron aviso al OIJ, esto debido a que el menor ya presentaba muerte cerebral. Luego de esto, el OIJ coordina con el Ministerio Público bajo dirección funcional y se ordena la detención de los padres”, indicó la Policía Judicial, al agregar que los padres fueron llevados a las celdas del OIJ.
Nills Rojas, jefe de la dirección regional San Carlos, declaró que por un acuerdo con la Fiscalía de ese cantón, se “consideró oportuna y necesaria” la detención de los padres del menor de edad, ambos costarricenses. “En estos momentos (en horas de la mañana del jueves) acabamos de presentar un informe al Ministerio Público para que este ente decida la situación jurídica de ambas personas detenidas”, añadió.
El diccionario usual del Poder Judicial indica que el síndrome del niño agredido se refiere a las manifestaciones que incluyen lesiones físicas o mentales, descuido, malos tratos, explotación o abuso sexual, infligidos a un niño por los padres, tutores, responsables de su cuido o persona que lo tenga a su cargo, como resultado de negligencia o premeditación.
“Se caracteriza por las lesiones que se le puedan provocar a un menor, ya sea en forma activa o pasiva. La forma pasiva serían todas las privaciones que se le pueden provocar a un menor, como por ejemplo no brindarle los cuidados necesarios; si está enfermo no llevarlo oportunamente a que lo vea el médico, privarlo de alimentos, básicamente y la forma activa que puede ser debida a castigos físicos. Esto puede ser de una forma aguda en la cual al menor se le propinen castigos o algún tipo de lesión que le vaya a provocar daños en su cuerpo y la forma crónica cuando esto se hace de forma repetida, en diferentes tiempos”.
Asimismo, señala que también existe el síndrome del niño sacudido, que es la manifestación del maltrato físico a un infante consistente en traumatismo intracraneal, hemorragias retinianas o lesiones por compresión del tórax. Este síndrome acaece cuando al moverse el cerebro choca contra el cráneo, los vasos que lo recubren se rompen y se produce una hemorragia.
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