Fuentes judiciales confirmaron, la tarde del 27 de diciembre, la detención de los dos delincuentes que amenazaron con un AK-47 a dos agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) que transitaban en automóvil por Lindavista de Río Azul, en La Unión de Cartago.
Randall Zúñiga, director del OIJ, señaló que los agentes judiciales de la subdelegación regional de Tres Ríos llevaron a cabo 13 allanamientos en Lindavista de Cartago durante la tarde de este miércoles. La operación tenía como objetivo capturar a dos individuos identificados como sospechosos de haber encañonado a oficiales del OIJ que realizaban labores propias del cargo en la zona.
Asimismo, Zúñiga destacó la utilidad de haber podido contar con un dron, el cual permitió rastrear a estas personas desde el aire, ya que uno de ellos intentó huir del lugar. Gracias a esa herramienta, lograron ubicarlo en la casa donde finalmente se le apresó.
Los detenidos fueron identificados con el apellido González, de 49 y Cruz , de 29 años. El primero se rapó para tratar de despistar a la Policía.
Al parecer, los delincuentes confundieron a los agentes judiciales con una pandilla rival.
LEA MÁS: Delincuentes amenazan con AK-47 a agentes del OIJ en Lindavista de Río Azul
La Subdelegación Regional de La Unión indicó que esos hombres, quienes ya han sido identificados, son sospechosos de cometer delitos como accionamiento de arma, amenazas agravadas y agresión con arma.
Uno de los presuntos delitos por los cuales están siendo investigados los individuos detenidos se enmarca en el artículo 316 del Código Penal.
Amenaza a funcionario público: Según el artículo 316, se castiga con prisión de un mes a dos años a quien amenaza a un funcionario público “a causa de sus funciones, dirigiéndose a él personal o públicamente, o mediante comunicación escrita, telegráfica o telefónica o por la vía jerárquica”.
Según un video que circula en redes sociales, los agentes circulan en un vehículo con una cámara frontal que graba los hechos. En determinado momento, dos hombres, ambos con armas de grueso calibre, se atravesaron en la vía y los encañonaron. Uno de ellos, con camisa roja, portaba una AK-47 cuyo uso está prohibido entre la población civil. El otro, con camisa negra, lleva otra arma semiautomática.
Los delincuentes no accionaron las armas directamente contra los agentes, que andaban encubiertos, pero sí dispararon hacia el suelo en varias ocasiones.
Hay un tercer sujeto en la acera de enfrente que ni siquiera se inmuta cuando salen los hombres armados.