Cinco personas, entre las que figura un oficial de la Fuerza Pública, fueron aprehendidas la noche de este viernes, ya que figuran como sospechosas de integrar una banda dedicada a la trata de personas, confirmó la Fiscalía y la Policía Profesional de de Migración.
El operativo lo realizaron oficiales de Migración y la Fiscalía Adjunta contra la trata de personas y tráfico de migrantes dentro del bar El Pino, situado en Santa Clara de Upala, luego de seis meses de investigaciones.
Dentro del negocio las autoridades ubicaron a seis mujeres oriundas de Nicaragua, las cuales habitaban en condiciones deplorables. Se conoció que una de las mujeres auxiliadas es una menor de edad.
Entre las detenidas figuran madre e hija apellidadas Martínez Laínez y Murillo Martínez, quienes figuran como las supuestas líderes de la organización.
También se arrestó a otros dos individuos de apellidos Pérez y Barrios, los cuales al parecer solían amenazar a las mujeres con arma de fuego, en caso de que intentaran escapar.
Las mujeres no podían regresar a su país debido a que les habían quitado sus pasaportes y todos sus documentos de identidad.
Hija de dueña las buscaba. Esteban Obando Ramos, subdirector de la Policía de Migración, manifestó que las ofendidas eran oriundas de Nicaragua, país al que se desplazaba la hija de la dueña del bar para ofrecerles trabajo como saloneras; lo cual cambiaba una vez que llegaban a Costa Rica, ya que eran explotadas sexualmente.
En el caso del policía arrestado, de apellidos Montoya Campos, el Ministerio Público le atribuye alertar a la dueña del bar, en el momento en que las autoridades tenían previsto efectuar controles migratorios.
Este labora como oficial en la delegación policial de Las Delicias de Upala. No fue posible conocer desde hace cuánto labora para el Ministerio de Seguridad Pública (MSP).
Antes de que llegara la Policía, las extranjeras eran trasladadas hasta una zona montañosa, donde eran vigiladas por los dos sujetos, según informes policiales.
La organización lucraba con las ofendidas y cobraba a cada cliente ¢13.000 si sostenían relaciones dentro de unos cuartos situados en la parte trasera del bar y ¢20.000 si las mujeres abandonaban el sitio.
Las personas detenidas fueron remitidas a la Fiscalía de Upala, donde se espera sean indagadas las próximas horas.
En caso de que se compruebe durante un juicio que la menor fue sometida a vejámenes, los sospechosos podrían enfrentar penas que van entre los 8 y 16 años de prisión.
En el operativo se contó con la ayuda de funcionarios del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), quienes resguardaron a la menor y brindaron ayuda psicológica al resto de mujeres liberadas.
Información actualizada a las 9:50 p.m.