Ocultas entre cajas vacías y licores, 120.000 unidades de pólvora espantasuegras venían en un camión, a su paso por el kilómetro 35, en Guaycará de Golfito, frontera sur. Además de estas pequeñas bolitas, que explotan al majarlas o golpearlas contra el suelo, había otras 12.000 bombetas.
Según la Policía de Fronteras, del Ministerio de Seguridad, se trata del mayor decomiso de pólvora explosiva de los últimos 7 años. En diciembre del 2015, oficiales de la Policía de Frontera decomisaron 143.663 artículos pirotécnicos en Cataratas de Bratsi, cantón de Talamanca, Limón, luego de que fueran introducidos de contrabando desde Panamá.
En esta ocasión, un control de carretera permitió identificar la carga ilegal que venía desde Paso Canoas. Las autoridades indicaron que al hacer la revisión del camión su conductor, de apellido Muñoz, aseguró que llevaba algunos licores comprados en Panamá y cajas vacías. Empero, al inspeccionar a profundidad, se encontró la pólvora y 30 botellas de licores finos que ingresaron al país sin el pago de los impuestos correspondientes.
Las espantasuegras son particularmente peligrosas en niños, pues al ser bolitas pequeñas se subestima el riesgo de lesiones y quemaduras provocadas por esta pólvora explosiva. Las bombetas, por su parte, tienen gran poder destructivo, pues además de quemaduras pueden ocasionar amputaciones y hasta la muerte de quien la manipule, agregó Seguridad Pública.
El decomiso ocurrió este viernes, pero fue divulgado por las autoridades hasta este lunes. Según lo dispuesto por la Ley de Armas y Explosivos, “la Policía de Fronteras, bajo la dirección funcional de la Fiscalía de Golfito, procedió al decomiso de la pólvora, además de aprehender al conductor por el presunto delito de trasporte ilegal de material explosivo”.
Junto con Muñoz viajaba un nicaragüense en condición migratoria irregular, quien dijo apellidarse Mendoza. Este último fue puesto a la orden de la Policía de Migración para ser devuelto a su país.
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Altas penas de prisión
El artículo 93 de la Ley de Armas y Explosivos castiga con penas de hasta 7 años a quienes introduzcan pólvora al país de manera irregular, o la transporten o la expendan al margen de nuestro ordenamiento jurídico.
“Debido a la cercanía del fin de año, la Fuerza Pública y la Policía de Fronteras se encuentran en alerta, tanto en la frontera norte como en la sur, para detectar este tipo y cualquier otro tipo de artículos introducidos ilegalmente al país.
“Con estas acciones las autoridades del Ministerio de Seguridad esperan contribuir a que, durante el fin y principio de año, el país no registre menores quemados o mutilados por pólvora expendida o suministrada por adultos inescrupulosos e irresponsables”, agregaron las autoridades.