Costa Rica impidió el ingreso a la mayoría de migrantes africanos y asiáticos que se encuentran en Panamá, cerca del puesto fronterizo de Paso Canoas, con la intención de pasar por territorio nacional en su recorrido hacia Norteamérica.
Michael Soto, ministro de Seguridad Pública, aseguró este miércoles que solo se permitió el ingreso de 60 de las 2.600 personas que pretenden cruzar por el país.
“Sobre el tema de los extracontinentales estamos en una coordinación regional para establecer un pasadizo humanitario. A este momento, no han ingresado 2.600 personas de las que se ha hablado", manifestó Soto durante la conferencia diaria en la que el Gobierno actualiza las cifras de personas contagiadas con el nuevo coronavirus.
Consultado por la prensa para que ahondara sobre los reportes que evidencian el ingreso de buses provenientes del lado panameño con migrantes, el ministro respondió: " Sí eran como 60, pero no 2.600 como usted indicó".
Estas personas fueron llevadas al Centro de Atención de Migrantes (Catem), ubicado en Kilómetro 20 de Golfito. “De momento quedan allí a la espera de que esto pase”, agregó Soto.
Vecinos de Río Claro de Golfito se mostraron preocupados porque este miércoles vieron a varias de esas personas caminar por las calles de la comunidad e, incluso, abordar taxis piratas que los llevaran a Paso Canoas, donde retiran dinero de una compañía que se encarga de trámitar envíos de efectivo.
Antecedente
Esta situación trasciende siete días después de que el país cerró las fronteras aéreas, terrestres y marítimas para frenar el contagio del covid-19, que haste este miércoles ya registra 201 personas contagiadas y dos adultos mayores muertos.
Anteriormente, a las personas que provienen de países de África y Asia, se les otorgaba un permiso temporal de estadía por 25 días, tiempo durante el cual los foráneos debían trasladarse por sus medios hasta la frontera norte y de ahí salir de manera ilegal, pues Nicaragua no les permite el ingreso.
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En esta ocasión, según informó Migración, los 60 extracontinentales que lograron ingresar al país serán llevados en buses con vigilancia policial hasta la frontera norte.
Lo mismo se pretende hacer con el contingente que permanece en suelo panameño, cuando finalmente se les permita el paso.
En primera instancia, los extranjeros serán entregados a Costa Rica directamente, por parte de las autoridades migratorias de Panamá.
El vecino país deberá aportar una certificación de la salud de cada uno de los migrantes. Nadie que muestre síntomas sospechosos de covid-19 o fiebre será admitido en este flujo, informó Migración.
Los extranjeros pasarán a suelo tico en buses panameños hasta la Centro de Atención Temporal de Migrantes (Catem Sur), ubicado en Kilómetro 20 de Golfito. Ahí les volverán a realizar la toma de signos vitales y revisión de salud a cada uno.
Luego, serán transportados en buses hasta el Catem Norte, en La Cruz, Guanacaste, donde de nuevo serán sometidos a un chequeo médico.
El objetivo de esta medida es evitar que los foráneos pasen por el país por su cuenta como lo hacían anteriormente.
Migración espera que, una vez en La Cruz, los migrantes busquen, como ha sido lo normal, las rutas para seguir avanzando en su periplo hacia Norteamérica.
Se estima que el interés de estas personas es llegar a Estados Unidos y no permanecer en suelo costarricense.
El diario La Prensa de Nicaragua informó este miércoles de que esa nación incrementará los controles migratorios por los puntos ilegales existentes en el frontera con Costa Rica con la finalidad de evitar el paso de personas de manera ilegal.