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Unos delincuentes ingresaron a la casa cural de Santa Rosa de Pocosol, cantón de San Carlos, de donde robaron ¢3 millones y una computadora. El atraco se dio entre la noche del lunes y la madrugada del martes.
De acuerdo con las autoridades, los ladrones llegaron por un lote baldío, aledaño a la casa cural y el templo.
En la casa cural, que es de madera y de concreto, abrieron un boquete grande para llegar a las oficinas.
Una vez ahí, vaciaron las alcancías que tenían el dinero recogido el domingo. Además, se llevaron la plata de una venta de acciones de la diócesis.
También, sustrajeron una computadora portátil, dos teléfonos celulares y hasta los alimentos de los sacerdotes.
Este martes, el sacerdote colaborador Vianney Solís, presentó la denuncia por el asalto ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Los Chiles.
Él añadió que también tendrán que evaluar los daños ocasionados a la casa cural. Los malhechores desordenaron el lugar, rompieron gavetas y tiraron objetos al piso.
Pese a que desde ese recinto tenían acceso al templo, los delincuentes no entraron.
Ola de robos. Este robo se suma a otros reportados el jueves pasado en Pocosol. Uno de ellos fue en el Centro de Educación y Nutrición (Cen-Cinai), donde los maleantes se llevaron una gran cantidad de alimentos. Otro fue en el Liceo de Buenos Aires de Pocosol, donde sustrajeron 37 computadoras.
Juan Carlos Acuña, vecino de la localidad, aseguró que ahí se ha desatado una ola de robos y que, incluso, es peligroso salir después de las 6 p. m. "Los delincuentes están haciendo y deshaciendo", expresó.
Petrona Aguirre, otra vecina del lugar, consideró "intolerable" lo sucedido en la casa cural. "Los antisociales mostraron un gran irrespeto y desprecio por las cosas de Dios", reprochó.
"Estoy sorprendida e indignada y pido a los cuerpos de Policía revisar el trabajo que están haciendo en Santa Rosa", añadió la mujer.
Robos a iglesias. El mes pasado, se dio un robo de ¢13 millones en el templo católico de Vázquez de Coronado, en San José. El dinero era producto de las recientes fiestas patronales.
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Por esa situación, la Iglesia católica suspendió al cura párroco Gabriel Corrales, mientras se investiga lo sucedido.
De igual manera, el 22 de junio pasado, la Policía capturó a un hombre de apellido Irola, de 37 años, como sospechoso de robar un vestido bañado en oro de una réplica de la Virgen de los Ángeles en la Iglesia de Cipreses de Oreamuno, Cartago.
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Además, el 7 de abril de este año, en la capilla de Aguas Claras, filial de la Iglesia de La Fortuna de Bagaces, desconocidos profanaron el templo al llevarse el sagrario en el que estaban las hostias consagradas y dos copones de madera.
Una situación similar ocurrió en Las Juntas de Abangares, donde en agosto del 2014 robaron un sagrario bañado en oro, que nunca se pudo recuperar, situación que también motivó al obispo de entonces, Vittorino Girardi a una acción de reparación o desagravio.
