El cantón central de Puntarenas registra, en los 99 días transcurridos este año, un total de 21 asesinatos.
Según la proyección del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), si no se actúa pronto, al final del año la cifra será de 84, casi el doble de los 43 que hubo en ese cantón porteño en el 2020.
Más allá de los números, el OIJ, convocó a una reunión este viernes con el municipio y demás fuerzas vivas del cantón, para explicar lo que ocurre y buscar salidas conjuntas.
Y es que en el 2015 eran solo ocho los homicidios en ese cantón, pero las cifras se fueron multiplicando en los últimos años, de modo que la tasa de asesinatos pasó de 11,5 por cada 100.000 habitantes a 30,7 en el 2020.
“Si la realidad de Puntarenas continúa así, aquí se va a armar una matancinga terrible”, dijo a los presentes en la reunión el director del OIJ, Walter Espinoza.
El funcionario afirmó que las circunstancias sociales y económicas detectadas por el Organismo no son halagüeñas. “Si no hacemos algo, esto se puede descomponer más de la cuenta”, acotó.
Más allá de ser pesimista, pues los datos se han hecho evidentes en los últimos meses, Espinoza dijo que no se puede seguir con la actitud impasible que se ha mantenido hasta hoy y llamó a un cambio.
Dijo que solo con unión de esfuerzos se puede lograr que alguien vuelva la mirada hacia Puntarenas.
“Es una zona turística, hermosa, pujante, que pasa por una enfermedad terrible”, expresó.
Más allá de los homicidios, atribuidos mayoritariamente a ajustes de cuentas por drogas, el cantón central tiene altos índices de delitos contra la propiedad, así como de venta y consumo de drogas.
Orlando Corrales, jefe de la Unidad de Análisis Criminal del OIJ, indicó que algunas zonas específicas de Chacarita, El Roble y Barranca, son las que generan la mayoría de acciones delictivas.
El hacinamiento, la baja escolaridad, la falta de oportunidades económicas y otros factores, hacen que El Roble, Barranca y Chacarita acumulen el 84% de los hechos delictivos del cantón.
Pescadores en narco
Walter Espinoza sostuvo que tienen identificados grupos criminales de alto perfil, así como otros de acciones locales y de delincuencia no tradicional.
“El Pacífico es una zona de paso de droga y para nuestra mala fortuna muchos pescadores costarricenses se han involucrado con organizaciones criminales”, dijo.
Añadió que la cantidad de cocaína que pasa por el corredor Pacífico debe representar el 90% de lo que exportan los países del sur.
Eso genera encadenamientos, relaciones inconvenientes, violencia y la presencia de armas de fuego que terminan con una situación de desgracia, dijo el jefe policial.
Otros delitos como los hurtos, las tentativas de homicidio, la posesión ilegal de armas de fuego , violencia intrafamiliar y agresiones, son la antesala de los flagelos que se registran particularmente en algunas zonas del cantón.
También mencionaron que el alcoholismo así como el incremento de personas en situación de calle, son elementos de descomposición que urgen tratamiento.
Plan truncado
Los presentes en la reunión coinciden en que un análisis realizado al inicio de la presente administración, como parte del programa Sembremos Seguridad, realizado por el MInisterio de Seguridad Pública con apoyo de la Policía de Colombia, había establecido los puntos medulares para afrontar la inseguridad en esas zonas.
Esa vez se establecieron 23 puntos prioritarios y se integraba a la municipalidad, cuerpos policiales, instituciones gubernamentales de ayuda social, empresa privada, centros educativos y fuerzas vivas, pero se truncó su desarrollo y ahora urge retomarlo, aún en medio de la pandemia por la covid-19.
Según Andrea Madrigal, vicealcaldesa, los que más están muriendo son jóvenes, por lo que llamó a una solución que los integre de lleno.
“Todos somos culpables por dejar de lado a la niñez y la adolescencia. Ocupamos resultados concretos porque son los jóvenes los que se están matando”, dijo.
Añadió que la pandemia no debe ser obstáculo para dejar de lado los programas de prevención y cuestionó el hecho de que en otros cantones se hayan retomado y en Puntarenas no.
Madrigal dijo que en el municipio se pidió ayuda al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) para el plan denominado Cantón Amigo de la Infancia y también se desarrolla otro para impulsar emprendimientos llamado Construyendo Capacidades.