Con más de 1.000 hormigas en 181 frascos, al menos 12 arañas y un alacrán, dos alemanes fueron detenidos en el aeropuerto Juan Santamaría cuando intentaban salir del pais.
Los foráneos, de apellidos Goldnik y Ollesch, fueron apresados el lunes por oficiales de la Policía Aeroportuaria del Ministerio de Seguridad Pública,
A ambos se les atribuye una infracción a la Ley de Vida Silvestre, hecho por el cual quedaron en prisión preventiva. Entre los ejemplares que intentaron trasegar, se estima que hay algunas especies endémicas.
La alerta sobre estos hombres la dieron autoridades alemanas a funcionarios del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), a los cuales informaron de la posibilidad de que ambos viajaran llevando especies sin la debida autorización.
De inmediato, se dio aviso a la Policía Aeroportuaria.
Los oficiales lograron dar en la terminal aérea con Goldnik, de 22 años, y con Ollesch, de 54. Cuando inspeccionaron sus equipajes recuperaron los insectos y arácnidos que iban vivos en varios contenedores pequeños, también llevaban huevos de las especies.
La información del Gobierno alemán revelaba que Ollesch sería reincidente en ese delito.
El caso se gestionó ante el Tribunal de Flagrancia de Alajuela que acogió la petición para que tramite con ese procedimiento expedito. Ahora deben participar en una audiencia que se realizaría en unas semanas para determinar si la causa llega a juicio o se establece otra alternativa.
Las especies decomisadas quedaron bajo custodia del Senasa.
Alto precio en mercado negro
Silvia Niño, directora de Cuarentena Animal de esa entidad, afirmó que un entomólogo del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) realiza un estudio de los insectos y arácnidos, con el fin de verificar su estado, precisar cuántas son endémicas, realizar un informe y devolverlas a su hábitat cuanto antes.
Dijo que al parecer tienen un alto precio en el mercado negro y por eso se les traslada en contenedores especiales, para que lleguen en buenas condiciones a su destino.
Destacó que son más de 1.000 hormigas, así como huevecillos y también dos sacos de huevos de arañas de los que podrían salir unos 600 ejemplares.
Esos insectos y arácnidos suelen ser traficados ilegalmente pues sacarlos de forma legal requiere de permisos especiales del Minae y Senasa, así como del país al que se envían, ya que deben cumplir requisitos sanitarios para evitar propagación de enfermedades.
La funcionaria, afirmó que pese a las revisiones que se hacen en los aeropuertos, es muy difícil detectar este tipo de trasiegos.
En el 2014 un hondureño cayó en esa terminal aérea con un cargamento de ranas y serpientes.