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La embajada de Estados Unidos emitió una alerta de seguridad para los ciudadanos de su país que residen o visitan el territorio tico, debido a los “crecientes niveles de delincuencia, en particular los delitos violentos”, que suceden en las provincias nacionales y específicamente en San José.
Entre las advertencias que da Estados Unidos a sus ciudadanos para transitar por Costa Rica se encuentra permanecer alerta y vigilante cuando se está en un área pública y prestar especial atención cuando se transita por un área desconocida, como al entrar o salir de una tienda.
También mantenerse alerta al entorno y abandonar un lugar si no se siente seguro; mantener un perfil bajo en público y evitar salir solo, especialmente después del anochecer; así como evitar el exceso de joyas, artículos electrónicos y llevar o exhibir grandes sumas de dinero en efectivo.
Otras recomendaciones son estar preparado para ingresar al vehículo rápidamente cuando se camine por estacionamientos y mantenerse alejado de áreas que parezcan peligrosas; alertar a un familiar cercano y/o amigo si se planea viajar y dejarles la información de contacto; y, al salir de la casa, asegurarse de cerrar con llave todas las puertas y ventanas, además de activar la alarma de seguridad.
El aviso fue comunicado desde el miércoles, pero cuando se le consultó su opinión al presidente Rodrigo Chaves la tarde de este jueves en conferencia de prensa, respondió que no tenía conocimiento del tema. Por su parte, el ministro de Seguridad, Jorge Torres, cuestionó la valoración de la embajada.
“Tendríamos que tener una conversación más a nivel diplomático –pienso yo– con la embajadora, ya que hay una buena relación con el gobierno de los Estados Unidos. Yo pienso que habría que ver qué parámetros tomaron ellos para ponernos en esa posición, porque no creo que seamos el país más inseguro, no lo creo”, declaró Torres.
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Ira en carretera
La embajada también publicó, a inicios de febrero, que ha recibido un aumento de informes de incidentes de ira en carretera en el área metropolitana de San José. Explicó que la Administración Nacional de Seguridad del Transporte en las Carreteras de EE. UU. define la ira al volante como “un asalto precipitado por un incidente que ocurrió en una carretera”.
“Estas agresiones pueden tomar la forma de conducción agresiva con la intención de causar daño o miedo, abuso verbal o amenazas, golpes físicos o cualquier comportamiento amenazante que ponga a la víctima en un estado de aprensión por su seguridad”, detalló la entidad.
De acuerdo con la oficina norteamericana, conducir en San José puede ser una tarea estresante hasta en las mejores circunstancias. Indicó que es probable que más conductores se pongan agresivos en las calles por el congestionamiento que genera el regreso a clases y a las oficinas luego de Navidad.
Por último, la embajada recomendó a los estadounidenses ser buenos testigos cuando se topen con un conductor agresivo en Costa Rica, con el fin de interponer la denuncia correspondiente. Entre los consejos están tomar nota mental para describir al agresor, apuntar el número de placa, la marca y modelo del vehículo, así como el lugar y hora del incidente.
“Y, por desafiante que sea el tráfico de San José, siempre es una buena práctica dejar un poco de espacio para maniobrar entre su vehículo y los que lo rodean”, concluyó.
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Aumento de homicidios
Hasta este 2 de febrero, el país acumula 146 asesinatos. En promedio, se trata de 2,4 muertes homicidas diarias, lo que implicaría que el año cerraría con 894 casos, según las proyecciones del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Si se alcanzan esos valores, sería un crecimiento del 36% con respecto a los 657 asesinatos del 2022, cuando se alcanzó la cifra más alta en un año desde que se tienen registros en el país.
Randall Zúñiga, director a. i. de la Policía Judicial elevó la voz este lunes sobre esta realidad, al presentar la Memoria Anual 2022.
El jerarca llamó a las autoridades a otorgar los recursos presupuestarios adecuados a los cuerpos de seguridad, como una de las medidas urgentes para evitar que en nuestro país ocurra lo que vivió Ecuador, que elevó en cuestión de dos años su tasa histórica de homicidios desde 7 por cada 100.000 habitantes a 26 por cada 100.000 habitantes.
Zúñiga comunicó que los análisis a lo interno del OIJ muestran una proyección cercana a los 900 homicidios a fin de año, por eso llamó a aplanar esa curva de crecimiento para que no se haga exponencial, porque de ser así, en el 2024 estemos hablando de 1.200 homicidios.
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