Un joven de 18 años, estudiante de una escuela nocturna, fue apresado por la Policía luego de que, al parecer, intentó violar a una escolar de 13 años, dentro del centro educativo.
La situación ocurrió el jueves, a eso de las 9 p. m., en la Escuela Nocturna Finca La Caja, ubicada en La Carpio de La Uruca.
El sospechoso es un individuo de apellido Beteta, quien reside en la comunidad.
El muchacho fue trasladado a la Fiscalía de Delitos Sexuales.
Ataque. De acuerdo con la Fuerza Pública y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), la víctima y el supuesto agresor estudian en la escuela nocturna.
Aparentemente, durante un receso, alrededor de las 9 p. m., la menor fue al servicio sanitario.
Supuestamente, en ese momento, Beteta salió de una clase y atacó a la adolescente.
“El reporte que tenemos es que él también se metió al baño, le quitó la enagua y ella empezó a gritar”, informó el capitán de la Fuerza Pública de La Uruca, Roy Chavarría.
Los informes oficiales dijeron que la menor golpeó a su atacante y escapó. Además, el guarda de seguridad se percató de lo que sucedía y la auxilió.
“Se recurrió a la acción policial. Cuando se enteraron los padres y los vecinos, junto con el guarda, lo querían linchar (al agresor)”, agregó Chavarría.
La Policía comunicó que tuvo que apartar al sospechoso del grupo de allegados molestos.
Atención. Rocío Solís, directora de la Contraloría de Derechos Estudiantiles del Ministerio de Educación Pública (MEP), dijo que, hasta ayer por la tarde, el caso no había ingresado a su despacho. No obstante, comentó que solicitaría la información al respecto.
La funcionaria destacó que el MEP tiene un protocolo contra la agresión física y sexual en los centros educativos. Con base en esto, explicó Solís, los docentes deben supervisar las conductas de los estudiantes, prevenir y avisar a las autoridades respectivas.
“Hay que informar a los jóvenes que estas conductas son delitos, explicarles la Ley Penal Juvenil”, manifestó Solís.
Agregó que, si se detecta una conducta irregular, se debe trabajar con la oficina de Orientación y un equipo interdisciplinario.
Solís añadió que en los centros nocturnos hay una edad mínima de ingreso de 15 años y que, por ello, se indagará si, en este caso, se aceptó a una estudiante menor.
Ayer se intentó contactar a autoridades de la escuela, pero estaban fuera del horario laboral.