Falsos prestamistas se aprovechan de la necesidad económica de las personas en medio de la pandemia por el nuevo coronavirus, para estafarlas.
Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el modo de operar de estos estafadores es el siguiente:
Colocan panfletos en postes de alumbrado público para que los transeúntes tenga acceso a ellos. Una vez que ven el papel, anotan el número y la víctima los llama para solicitar el préstamo.
No piden requisitos más allá del nombre y la cédula del solicitante.
Las condiciones del préstamo parecieran ser “perfectas”, dijo Wálter Espinoza, director de la Policía Judicial.
“Se les ofrece un buen panorama y hasta les indican que hay mucha posibilidad o flexibilidad en los pagos. El solicitante se siente satisfecho, contento e ilusionado”, dijo Espinoza.
Cuando ya el ofendido está emocionado por poder obtener el dinero, los supuestos prestamistas le piden a la víctima una cantidad de dinero por concepto de cargos administrativos. Los estafadores les dan un número de cuenta bancaria a la cual deben hacer la transferencia.
“El solicitante busca la manera de conseguir ese dinero que le piden para poder obtener el otro financiamiento, con la lamentable noticia de que nunca recibe el préstamo que requería al principio”, detalló Espinoza, quien no ahondó en cuántos casos de estos se han dado en el año.
Esta situación, entonces, les genera un perjuicio económico “enorme”.
“Se dirige a un segmento de la población que tiene una necesidad económica evidente y que ni siquiera es sujeto de crédito en el sistema financiero formal. Entonces, recurre a estos métodos para obtener posibilidad de financiamiento y es aprovechado por defraudadores”, apuntó el director policial.
Agregó: “Lo dejan en peores condiciones que antes”.
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