Los dos jóvenes que el sábado pasado se extraviaron cerca del cerro Dantas, en San Rafael de Heredia, fueron encontrados a eso de las 8:08 a. m. de este martes.
Ambos tuvieron que ingeniárselas luego de que una salida a ver cataratas los puso en riesgo de perder la vida al desorientarse en la montaña, sin provisiones, abrigo, agua, ni forma de comunicarse con nadie.
Fueron identificados como Luis Noel Rodríguez Valenzuela, de 27 años y Johnny Armando Sánchez Quesada, de 23.
La Cruz Roja informó de que ambos están en buen estado de salud pero con golpes y rasguños a raíz de las caminatas por la montaña y las piedras, de modo que fueron llevados por las ambulancias a valoración al Hospital San Vicente Paúl, Heredia.
Más de 50 socorristas se integraron en las labores de búsqueda que, conforme pasaban los días y las horas, generaban zozobra.
Así lo explicó Guido Mora, jefe del Departamento de Atención de Emergencias de la Cruz Roja, quien afirmó que el rescate se aceleró gracias a la maniobra del piloto que la empresa SAAT puso a disposición de la Cruz Roja.
Esa empresa privada se unió a la búsqueda y rápidamente lograron divisarlos del cruce del río Patria unos tres kilómetros al sur, a unos 300 metros de la ruta que comunica San José con Limón por el Zurquí, pero habían riscos casi infranqueables para salir a la carretera.
Las buenas condiciones del tiempo permitieron a los operadores de la aeronave acercarse a un playón del río Patria sin aterrizar del todo, pues los desniveles y árboles cercanos no lo permitían.
Los cruzrojistas que iban a bordo coordinaron con los pilotos y los dos jóvenes, de forma que en una rápida maniobra pudiera pasar primero uno de ellos y luego el otro, en medio de la turbulencia generada por las hélices.
Según Guido Mora, para encontrarlos se identificaron cuatro puntos principales de búsqueda, a partir del posible recorrido desde las cataratas que los muchachos fueron a observar, y con base en eso se dirigió el helicóptero.
Uno de los ocupantes de la aeronave fue el socorrista Cristian Lubra, quien dice que los encontró empapados, llenos de barro y en una especie de shock, por lo que les dio palabras de aliento.
Cuando el helicóptero salió del cañón, los muchachos comenzaron a preguntar por sus familias y hacía dónde los iban a llevar.
En el trayecto hablaron del frío, pues solo uno andaba jacket y uno de ellos portaba unos guantes de moto, que fueron providenciales, narró Lubra.
Tomaban agua del río y al acabarse los snacks que llevaban, comieron algunos peces pequeños que encontraban en pozas y también algunos gusanos que conseguían en la tierra.
El helicóptero trasladó a los muchachos a la plaza de San Rafael de Heredia y ahí dos ambulancias los esperaban para llevarlos al centro médico.
Además de helicóptero, se realizó un sobrevuelo en una avioneta del Servicio de Vigilancia Aérea del Ministerio de Seguridad y por tierra se contó con apoyo de las patrullas de búsqueda del Cuerpo de Bomberos y del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC).
Los socorristas realizaron, a lo largo de estos tres días, intensos recorridos por diversos sectores y ayer entraron por las cercanías del túnel Zurquí donde recorrieron unos 20 kilómetros, e incluso una patrulla pernoctó en la montaña.
Cómo empezó todo
Warner Rodríguez Miranda, sargento del Cuerpo de Bomberos, informó de que los muchachos entraron la mañana del sábado, a las 10 a. m. al Refugio de Vida Silvestre Cerro Dantas, ubicado en San Rafael de Heredia y la idea era hacer una caminata, ir a las cataratas y almorzar ahí.
Primero avanzaron en la moto que uno de ellos llevaba y que los socorristas encontraron el primer día de la búsqueda, a unos 800 metros del último acceso en carro, en la entrada al trillo que lleva hacia la zona alta.
El otro joven dejó guardada su bicicleta en la entrada de esa zona protegida. A las 4 p. m., cuando se iba a cerrar el refugio, los administradores se dieron cuenta de que los muchachos no salieron.
De inmediato fueron buscados por personal del refugio hasta la noche y como no los hallaron se alertó a la Cruz Roja que el domingo a primera hora entró a buscarlos.
El Cuerpo de Bomberos se integró el lunes a la búsqueda, la cual se extendió hasta este martes.
Según Rodríguez, en estas épocas del año las temperaturas en las madrugadas descienden a menos de 8 grados Celsius y como los extraviados no llevaban más ropa, les preocupaba que estuvieran con hipotermia o con algún problema de salud, pues solo vestían con ropa deportiva.
Añadió que aunque uno de ellos llevaba celular, en la zona no tenían señal y luego el teléfono se le descargó.
Aunque en grupos de Facebook los amigos de los desaparecidos organizaron una colecta para tratar de pagar el sobrevuelo, no lograron su objetivo, pues se trata de operaciones muy costosas; sin embargo, la empresa del helicóptero hizo la donación y coordinó con la Cruz Roja.
Entre el punto donde desaparecieron y el lugar donde fueron rescatados hay unos 12 kilómetros.
Costosa operación
La Cruz Roja ha estimado que una búsqueda que se extienda por 10 horas les cuesta entre ¢750.000 y ¢1 millón, pues hay desplazamiento de vehículos, equipo, alimentación del personal permanente y voluntario.
En el presente caso fueron 30 horas efectivas de búsqueda. Por lo anterior la entidad insiste en los cuidados antes y durante la permanencia en montañas.
El año pasado finalizó con 136 reportes de personas extraviadas en la montaña.
La Cruz Roja recuerda a personas que están en vacaciones o aprovechan los fines de semana para entrar a las montañas, que lo deben hacer responsablemente.
Deben dejar indicado el punto de entrada, la ruta por seguir y el punto de salida, así como la cantidad de personas que ingresan, ya que los extravíos implican un gran despliegue de recursos y tienen un alto costo.
De igual manera, siempre deben ir con personas que conozcan la zona y llevar abrigo, agua y alimentos para eventuales emergencias.