Texto original publicado por La Nación el 2 de julio de 1972
A las 8:10 de la noche del 2 de julio de 1942, el vapor San Pablo, que estaba atracado al muelle de madera de Limón, sufrió el impacto de dos torpedos, disparados presumiblemente por un submarino alemán. Este trágico acontecimiento produjo la muerte de 23 trabajadores costarricenses, y las secuelas, motivadas por manifestaciones de protesta en varias ciudades, dejaron como saldo muchos heridos y numerosos negocios saqueados.
La noticia del torpedeamiento de una nave en puerto Limón llegó a San José minutos después, por medio de los hilos del teléfono y como es de suponer, el país entero, que fue informado por medio de la radio, reaccionó estupefacto, pues hasta ese momento, y a pesar de los rumores constantes de que la guerra llegaría a nuestras costas, la distancia de los países beligerantes era a manera de un muro de contención.
Cierto que Costa Rica había declarado la guerra a las potencias del eje, Alemania, Italia y Japón, pero fue una actitud más de solidaridad con los Estados Unidos por el atentado a Pearl Harbor que una irrupción en el terreno de los hechos.
La recuperación de los cadáveres que estaban aprisionados dentro de las bodegas del barco, fue muy lenta. Los 23 trabajadores fallecidos quedaron debajo de las mercaderías, la mayor parte consistente en fardos de telas, sacos de harina, y consignas a comerciantes de Limón y San José. No fue sino 22 días después del ataque cuando se extrajo el último cadáver.
En otras noticias:
Pérdidas en banano por muelle y clima
El señor Jack Loeb, presidente de Bandeco, dio a conocer lo que él califica como “una situación caótica de la que nadie se responsabiliza ni se toman decisiones para ayudar a la industria bananera”.
Asegura que, desde el miércoles en la noche, no se ha podido embarcar una sola caja de banano debido al mal tiempo, por una parte, y por otra, a las instalaciones defectuosas del muelle de Limón.
“Nosotros botamos 38.000 cajas de banano equivalentes a ¢388.000 colones, que constituyen una pérdida total, hasta el momento, para los productores nacionales asociados a la compañía”, expresó Loeb visiblemente molesto.
Añadió que en este momento 29.000 cajas más esperan turno para un segundo embarque, que no se sabe si se podrá realizar, ya que las condiciones de mal tiempo prevalecían hasta ayer a las once de la mañana.
Costoso rescate pagado en Argentina
Un grupo armado mantuvo secuestrado durante varias horas al gerente del Banco di Nápoli, doctor Armando Barca, y lo liberó previo pago de un rescate de dos millones de pesos, unos $200.000. La policía dijo que el secuestro del ejecutivo se produjo ayer en horas de la tarde, pero sólo cobró estado público 24 horas después.
La víctima confirmó a las autoridades que salió de su trabajo a las 2:15 p. m. en un vehículo propiedad del banco, con el objetivo de dirigirse a su domicilio.
No obstante, a escasos 200 metros de su casa, cerca de la avenida Libertador, fue chocado por otro automotor, tras lo cual cuatro individuos se bajaron, redujeron con violencia a su chofer, de apellido Grande y lo raptaron a él para pedir un jugoso rescate.