Las empresas e instituciones han encontrado en la inteligencia artificial (IA) un nuevo aliado contra las estafas, robos de datos y ataques informáticos que sufren a diario.
Especialistas concuerdan en que la capacidad que tiene esta herramienta para evolucionar, a partir de los millones de datos nuevos que puede recibir con cada actualización, le permite aprender patrones, modificar algoritmos y adaptarse para simplificar su respuesta ante posibles riesgos e incidentes en el campo informático.
De esa forma, señalan, la IA ofrece una alternativa para detectar amenazas con precisión, automatizar la respuesta y agilizar los procesos de investigación para no interrumpir la operación de los sistemas.
“Este último es uno de los beneficios más importantes, ya que el recurso humano en ciberseguridad en muchas oportunidades puede estar limitado a suplir la demanda requerida y de esta manera se pueden optimizar los esfuerzos de los administradores”, comentó Camilo Gutiérrez, jefe del Laboratorio de Investigación de la empresa de ciberseguridad ESET.
Incluso, la aplicación de la inteligencia artificial abre oportunidades para el trabajo en equipo entre humanos y máquinas.
Así, mientras los sistemas IA pueden colaborar categorizando los ataques según el nivel de amenaza, los encargados de ciberseguridad podrían definir la prioridad con que se debe atender cada uno, iniciando por aquellos que representen un mayor riesgo para la información que guarda la empresa o institución.
“La inteligencia artificial puede desempeñar un papel crucial en la prevención y detección de estafas y robos de datos, gracias a su capacidad para analizar grandes cantidades de información en tiempo real y detectar patrones y comportamientos anómalos”, apuntó Mario Micucci, especialista en Seguridad Informática de ESET.
7 funciones contra estafas y robo de datos:
- Detección de actividades sospechosas: Los algoritmos de IA pueden analizar el comportamiento del usuario en plataformas en línea, sistemas financieros u otras redes para identificar actividades inusuales que podrían ser indicativas de un intento de estafa o robo de datos. Esto incluye detectar patrones de inicio de sesión sospechosos, transacciones inusuales o acceso no autorizado a cuentas.
- Análisis de texto y contenido: La IA puede ser entrenada para analizar el contenido de correos electrónicos, mensajes o publicaciones en línea para identificar indicios de intentos de estafa, como mensajes de phishing o contenido malicioso.
- Protección contra ataques de ingeniería social: La ingeniería social es una táctica común utilizada por los estafadores para manipular a las personas y obtener información confidencial. La IA puede ayudar a detectar y bloquear intentos de ingeniería social al analizar el lenguaje y el comportamiento de los usuarios en línea.
- Detección de fraudes financieros: Los algoritmos de IA pueden analizar patrones de gasto y transacciones financieras para identificar actividad fraudulenta y proteger cuentas bancarias y tarjetas de crédito.
- Sistemas de detección de intrusiones: La IA puede ser implementada en sistemas de seguridad informática para detectar intentos de acceso no autorizado a redes o bases de datos y tomar medidas preventivas.
- Monitorización de redes sociales y plataformas en línea: La IA puede rastrear y analizar conversaciones en redes sociales y otros espacios en línea para identificar actividades fraudulentas o intentos de robo de datos.
- Aprendizaje automático contra amenazas emergentes: La IA puede aprender y adaptarse en forma continua a nuevos métodos y técnicas utilizadas por estafadores y atacantes, mejorando constantemente su capacidad de detección.
ESES resaltó que es importante tener en cuenta que aunque la inteligencia artificial puede ser una herramienta poderosa para prevenir y detectar estafas y robo de datos, no es infalible.
“La ciberseguridad sigue siendo una tarea conjunta que requiere la colaboración entre tecnología, educación y buenas prácticas de los usuarios. La combinación de la inteligencia artificial con la vigilancia humana y la capacitación adecuada es esencial para mantenerse un paso adelante de los ciberdelincuentes”, precisó.
5 funciones contra ataques informáticos
- Análisis predictivos: La IA puede prevenir futuras amenazas. Puede estimar desde qué dirección de IP es más probable que ocurra un ataque, hasta los tipos de amenazas que pueden producirse. Esta parte es clave porque la organización puede conocer dónde están sus brechas de seguridad para poder solucionarlas antes de que suceda un ataque.
- Detección automática de amenazas: Los algoritmos de aprendizaje automático (una rama de la IA que busca proporcionar a las máquinas la capacidad de mejorar y aprender automáticamente mediante la experiencia) son entrenados para detectar, de manera automática, aquellas conductas o irregularidades en el rendimiento del sistema que indican un posible ataque a la seguridad.
- Prevención de potenciales ataques: Esta tecnología puede detectar anomalías en el tráfico de la red o en el flujo de datos a través del análisis de los patrones. Esto ayuda a detectar comportamientos anormales antes de que se produzca un ataque como, por ejemplo, cuando alguien externo intenta acceder a información confidencial de una compañía.
- Automatización de la seguridad: Este punto en particular es muy útil para proteger a las empresas de amenazas típicas, como el phishing. Al automatizar los protocolos de seguridad se consigue reducir el error humano, ahorrar tiempo y esfuerzo.
- Vulnerabilidades día cero: La inteligencia artificial en ciberseguridad puede identificar vulnerabilidades de día cero, es decir, aquellas que se encuentran en un sistema o protocolo, y para las cuales aún no existe un parche de seguridad que subsane el problema.
Por último, ESET recalcó que aunque la IA puede detectar amenazas internas, ataques a la red y archivos maliciosos, no puede interpretar los resultados, por lo que esta labor debe ser asumida por las personas.
“No podemos olvidar que los sistemas de inteligencia artificial también pueden sufrir un ataque. Para ello, será necesario ejecutar sistemas seguros que protejan la seguridad de las máquinas.
“Y no olvidarnos de realizar copias de seguridad, crear contraseñas robustas, actualizar los equipos, controlar los dispositivos extraíbles, crear un plan de seguridad y gestionar las brechas de seguridad de los sistemas TIC”, concluyó Gutiérrez.
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