El nuevo jefe del Comando Sur de Estados Unidos, responsable de la vigilancia para Centroamérica, destacó la efectividad de la policía costarricense en la lucha contra el crimen organizado, que desencadenó en un crecimiento de los decomisos de drogas en aguas del oceáno Pacífico.
La manifestación la hizo el almirante Craig Stephen Faller, durante una visita de dos días que hizo la semana anterior a Costa Rica, con la finalidad de coordinar las acciones conjuntas que se desarrollarán en los próximos meses para combatir la criminalidad organizada.
“Desde que empezamos a compartir este patrullaje y Costa Rica empezó a usar las embarcaciones que eran de origen americano, las intervenciones de drogas han subido un 30% y quiero enfatizar eso. Las fuerzas de seguridad costarricenses son de las más eficaces. Responden muy rápido. Es una estrategia ganadora”, dijo Faller, durante una conferencia de prensa con periodistas nacionales.
Faller asumió la jefatura del Comando Sur en noviembre pasado y entre sus responsabilidades está la planificación de la seguridad de Centroamérica y el Caribe. Asimismo, debe velar por las operaciones de los tratados de vigilancia conjunta que Estados Unidos tiene con varios países, entre ellos Costa Rica.
“La coparticipación es algo fundamental para reducir las amenazas aquí en la región. La coparticipación se basa en la confianza entre países, en ejercicios, en entrenamiento. No olvidemos que esto no se trata solo de drogas, también es asistencia humanitaria en desastres. Es una colaboración que nos ayuda a trabajar de una manera mejor”, agregó el almirante.
Las embarcaciones a que hizo referencia el jefe del Comando Sur son tres naves del tipo Libertador, que tienen un largo de 110 pies (34 metros), un ancho de 21 pies (6,4 metros) y que tienen la capacidad de navegar a una velocidad de 30 nudos (55,5 kilómetros por hora) las cuales empezaron a trabajar en abril del 2018.
Las naves pueden llegar a una distancia de 3.300 millas (6.111 kilómetros) lo cual permitió que por primera vez el Servicio Nacional de Guardacostas (SNG) disponga de lanchas patrulleras capaces de llegar hasta el límite del mar territorial del país, en el océano Pacífico.
Cifras del Ministerio de Seguridad Pública detallan que en el 2017 se decomisaron 26 toneladas de drogas (cocaína y marihuana); en el 2018, fueron 30 y hasta el 24 de julio pasado la cifra era de 17 toneladas.
No bajar la guardia
Craig S. Faller dijo que pese a los logros “no podemos quedar satisfechos (...). Contra los narcotraficantes hay que seguir luchando. Contra ellos hay que adaptar un dicho americano que dice: ‘hay que quebrarles la espalda’, y ese es un reto”.
Calificó a los narcos como “unos malvados” que se adaptan a todo aquello que los beneficie y que no solo se dedican a esa actividad ilícita, sino que también impulsan otras como son la minería y la pesca ilegal. “Siempre van a innovar y adaptarse”, advirtió.
Faller hizo un llamado de atención a la población para que le presten atención a la corrupción, pues alega que este hecho permite la penetración de los grupos criminales organizados.
“Cada país tiene un desafío con respecto al narcotráfico. Ellos se aprovechan de la corrupción para penetrar (...) Los narcos quieren que los pueblos de cada país se conviertan en adictos a las drogas. Es su negocio”, concluyó el jefe del Comando Sur.