"Hay necesidades físicas, sociales y psicológicas de las mujeres que tienen que ser tomadas en cuenta a la hora de encarcelarlas".
Bajo esa premisa, el ministro de Justicia, Marco Feoli, impulsa la construcción de una nueva cárcel que sea adecuada para necesidades de la población penal femenina.
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La nueva prisión se levantaría en un terreno de 13 hectáreas en San Rafael de Alajuela, donde se ubica el complejo carcelario La Reforma.
Según Feoli, la construcción pretende brindarles a las privadas un ambiente "muy parecido a la vida en libertad".
La estructura permitiría albergar a 667 mujeres distribuidas en 66 residencias para nueve reclusas cada una; seis residencias que cumplen con la Ley 7.600 para cinco personas cada una; y tres más para alojamiento individual.
Se habilitaría un módulo materno infantil para 40 madres y sus bebés, así como un edificio para lactancia.
En los diseños se incluyen un gimnasio principal y tres secundarios, áreas para visita familiar, para visita infantil y visita íntima.
La meta de esa cartera es comenzar el proceso de contratación administrativa de la empresa responsable de la construcción.
Se espera que, para mediados del 2019, el nuevo ministro de Justicia autorice el traslado de las reclusas que permanecen en la cárcel Vilma Curling (único centro exlusivo para mujeres en el país) ubicada en San Rafael Arriba de Desamparados, hacia las nuevas instalaciones.
Hasta el 1.° de enero, había 529 reclusas en esa prisión, cuya capacidad máxima es de 560.
'Necesaria' atención especial
Para las autoridades de Justicia, las mujeres, en su mayoría, están en una condición de vulnerabilidad importante y recluirlas en "jaulas" es complicar más su situación.
Según Feoli, muchas de ellas han sido víctimas de violencia doméstica y lo que necesitan para su resocialización es ser atendidas por aparte, en espacios adecuados.
"Actualmente, la cárcel es una jaula y no tiene condición ni perspectiva de género. En cambio, con esta prisión, se busca tener espacios para la atención de ellas, queremos que sea algo distinto a lo que se hace tradicionalmente con los hombres.
"Este centro, que será con residencias, es una oportunidad valiosísima para que las mujeres tengan otro tipo de atención. Y es una deuda de años que vamos a saldar porque esta población ha sido relegada siempre", indicó Feoli.
Además, señaló el ministro, se les dará ciertas facilidades en el cuido de sus recién nacidos o en el disfrute de sus hijos cuando las llegan a visitar.
"En su mayoría, son jefas de hogar, que tienen bastantes hijos que no se pierden la visita. La idea es que ellos se sientan cómodos, en un ambiente que se vea lo más parecido a la normalidad", enfatizó.
Decisión aplaudida
Para Cecilia Sánchez, exministra de Justicia y actual directora del Instituto Latinoamericano para la Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente (Ilanud), la decisión de levantar este centro penal no solo es correcta, sino que es necesaria.
"Todos los estudios criminológicos recomiendan una atención diferenciada para las mujeres", dijo.
Sánchez mencionó que el abordaje de la población femenina ha estado "descuidado" y este aspecto se resuelve, en buena medida, con esta construcción.
"Invisibilizar a las mujeres en conflicto con la ley penal ha sido la regla y los costos sociales de eso son enormes. Costa Rica gana con esta decisión y no dudo que será un modelo para replicar en la región", añadió.
También la Defensoría de los Habitantes celebró el proyecto, aunque Justicia no les ha informado del plan.
Gladys Jiménez, directora de la Defensoría de la Mujer de aquel órgano, comentó que, en emitido diversos informes que señalan la urgencia de mejorar la infraestructura pues el centro (el Vilma Curling) supera su vida útil y no tiene perspectiva de género.
"Las mujeres tienen necesidades especiales, como toallas, citas de mamografía, entre otras cosas. Además, tienen el derecho de permanecer con sus bebés hasta los 3 años de edad y, en esos casos, hay que velar por el interés superior del niño.
"Si se van a pensar en asignar empresas, no es lo mismo para hombres que para mujeres. En resumidas cuentas, hay que pensar hasta en cómo se colocan los baños", dijo.
Para conocer más sobre este proyecto, Jiménez solicitó un informe a Justicia, el cual debería ser entregado la semana próxima.
También el Instituto Nacional de Mujeres (Inamu) dio el espaldarazo al plan porque reconoce una atención particularizada de la población y podría mejorar las ofertas ocupacionales.
"Mejorar las condiciones de las reclusas es una deuda histórica que tiene el país. Nuevas instalaciones permitirían desarrollar nuevas formas de atención", dijo Evelyn Piedra, representante del Instituto.
¿Qué pasaría con la antigua cárcel?
La construcción del nuevo centro penal desocuparía la cárcel Vilma Curling, en San Rafael Arriba de Desamparados.
Lejos de desecharlo, la intención del Ministerio de Justicia es utilizarlo para otro tipo de población. Aunque aún no esta definido, entre las posibilidades que se evalúan está recluir ahí a personas que están sin condena o indiciadas, así como los detenidos porque adeudan pensión alimentaria.
Ahí se conservarían, eso sí, proyectos de talleres en los módulos que se construyeron más recientemente.
'Este centro vendrá a saldar una deuda de 50 años'
Para Marco Feoli, ministro de Justicia, hay dos prioridades para el cierre de su gestión: el primero es terminar la Unidad de Atención Integral (UAI) en Pococí y "meterle el acelerador" para dejar adjudicada la obra de la nueva prisión de mujeres.
El jerarca hace énfasis en el último objetivo porque considera que "ese centro vendrá a saldrar una deuda de 50 años" con la población penal femenina.
"Siempre ha sido la lógica privilegiar a los hombres y privilegiar el tema de los cupos, pero no quiero que esto pase. Hay que resolver el tema de las mujeres", indicó, al tiempo en el que criticó que en otras administraciones hayan cerrado espacios importantes para reclusas por el solo "hecho de que no había tantas".
En ese sentido, entonces, indicó que la cárcel de mujeres, igual que el resto del sistema penitenciario, son "jaulas".
"Por un lado, eran las instalaciones de un convento y, luego, se conformó por una estructura superpesada que estaba hecha para dar contención sin importar muchas cosas.
"No se resguarda la privacidad, todas están en el mismo espacio y eso hay que cambiarlo", concluyó.