El sujeto más buscado por la Policía, de apellidos Castro Núñez,cumplió este jueves a las 6 p. m. 96 horas en fuga, igual tiempo que tienen unos 40 policías de tenderle un cerco en Sarapiquí, sin poder capturarlo, pese a que le pisan los talones.
Mientras tanto, existen contradicciones entre el Poder Judicial y el Ministerio de Justicia sobre el porqué Castro no fue recibido de manera diligente en una cárcel, una vez que el Juzgado de Sarapiquí le dictó dos meses de prisión preventiva, que la Fiscalía pidió al día siguiente de la captura, el 2 de marzo.
Según el Ministerio de Justicia, por orden de un juez penal y un defensor público no se pudo recibir a Castro, pues pedían que no fuera ingresado a ninguno de los Centros de Atención Institucional (CAI) del Complejo Occidente, en Alajuela, o de Pococí.
Afirmaron que lo anterior les dificultó trasladarlo a alguna celda, donde debía permanecer aislado por protocolo contra la covid-19, para luego pasarlo a otra.
Justicia recalcó que en esa solicitud el juez y el defensor catalogaron a Castro como de baja peligrosidad.
Pero según el Poder Judicial, “el Juzgado Penal de Sarapiquí confirma que en este caso ningún juez pidió al Ministerio de Justicia no ubicar a la persona imputada en los complejos de Alajuela, ni Pococí, ni se tipificó de baja peligrosidad a esa persona”.
Lo cierto es que lo anterior facilitó la fuga de Castro Núñez, la cual tiene en vilo al cantón de Sarapiquí desde el domingo.
El director del OIJ, Walter Espinoza, reconoció el lunes pasado que las celdas del OIJ de Sarapiquí no son óptimas para tener por tantos días a un privado de libertad, pues están en una vieja construcción.
La diferencia de criterios entre Justicia y el Poder Judicial ha generado varias controversias por el espacio disponible en las cárceles y el traslado de reos en los últimos meses.
Cacería persiste
Como desde el lunes el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) hizo circular su foto para que la ciudadanía avise a las autoridades en caso de verlo, los vecinos han organizado rondas en Flaminia, El Tigre, Isla Grande y otros poblados de Horquetas, así como en las márgenes del río Sucio, sin que hasta el momento se tengan resultados positivos.
Castro había sido detenido el 1.° de marzo y se fugó la noche del 7 de marzo, cuando permanecía en celdas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Sarapiquí.
El hombre es sospechoso de siete violaciones cometidas entre julio del 2020 y enero del 2021, en Colonia Victoria de Horquetas.
Este jueves, nuevos contingentes policiales retomaron su búsqueda, pues el hombre, armado con un machete, perpetró la madrugada del martes un robo en una vivienda en El Tigre y luego ha rondado otras casas en Flaminia.
Nelson Estrada, vecino de El Tigre, dijo al OIJ que en el patio de su casa el hombre se cambió de ropa y sustrajo otra, al parecer para guarecerse del frío en las montañas de la zona que conoce muy bien. Aunque es oriundo de Grecia, Alajuela, ha vivido varios años en Cubujuquí de Horquetas.
El OIJ confirmó este jueves que la búsqueda continúa. Las condiciones secas en la zona han facilitado los patrullajes a pie, en motos, patrullas e incluso con drones y perros adiestrados.
Tomando en cuenta las horas hombre, alimentación, combustible, uso de tecnologías y otros gastos, la búsqueda cuesta varios millones de colones, pues se trata de patrullajes diurnos y nocturnos.
El Poder Judicial y el Ministerio de Seguridad han tenido que correr con los onerosos gastos de un operativo que busca recapturar al prófugo.