La cámara fija del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) utilizada para vigilar el cráter del volcán Poás, captó a las 6:10 a. m. del lunes un torbellino en la laguna.
El disturbio meteorológico duró unos 30 segundos, se movió primero hacia el noreste y luego en forma errónea al suroeste hasta pegar contra la pared y perder así el contacto con el vapor de agua que lo alimentaba.
De acuerdo con el meteorólogo Daniel Poleo, del Instituto Meteorológico Nacional, esas rotaciones aceleradas y verticales del viento se deben a que hay una diferencia de temperaturas entre la masa de aire en un punto específico y la que está alrededor.
“Eso genera una convección en la que el aire caliente asciende y, como va lleno de vapor de agua, se condensa y genera el torbellino”, afirmó.
Poleo añadió que los torbellinos típicos que solemos ver en otros espacios ocurren entre junio y setiembre, ya que la atmósfera tiene que estar caliente y húmeda.
El hecho de ver uno en octubre no es usual, pero en este caso obedece a que existe una fuente termal que de repente se vio complementada por la corriente de viento fresco que llegó a la hondonada del Poás y generó el fenómeno.
Actualmente la atmósfera está húmeda, pero no tan caliente y por eso es improbable que ocurra en otras partes del país.
El torbellino se diferencia de un tornado porque éste último se forma a partir de una nube de tormenta, por lo que es gigante y devastador, mientras que el torbellino no ocupa esa nube para formarse y generalmente solo causa daños menores, explicó Poleo.
Al momento del fenómeno, el Parque Nacional Volcán Poás, ubicado en el cantón del mismo nombre, en Alajuela, estaba cerrado, pues su horario actual es de 8 a. m. a 4 p. m. con un último ingreso a las 2:20 p. m.
Ese volcán está a 2.708 metros sobre el nivel del mar y es uno de los más visitados del país.