En la ciudadela León XIII de Tibás, entre las barriadas de Las Tenis y El Martillo, los niños disfrutan de un parque infantil situado en lo que antes era un lote baldío usado por consumidores de drogas.
A un kilómetro de ahí, en Cuatro Reinas, está casi listo otro que mide 1.500 metros cuadrados y es el más grande de los 14 espacios públicos recuperados en ese cantón, donde la Municipalidad administra 130 parques y zonas verdes.
Aunque los distritos de León XIII y Cinco Esquinas registraron la mayoría de los 17 homicidios del 2018 y los cinco del primer trimestre del 2019, el alcalde de Tibás, Carlos Cascante, dice que han encontrado otras zonas de clase media como Jardines y San Juan, donde también hay asaltos y narcomenudeo.
Con el plan “Sembremos Seguridad”, que da seguimiento al programa de prevención del delito Análisis Integral en Seguridad Comunitaria (AISEC), del anterior gobierno , los alcaldes tienen una herramienta con la que buscan combatir la criminalidad.
Como sucede en Tibás, hay otros 15 cantones donde, desde hace tres años, está en marcha ese proyecto, que retomó esta administración. El año pasado se inició en los cantones de Pococí, Cartago y Heredia, y tiene como meta otros 20 cantones este año.
Floribet Villalobos, madre de dos menores y quien tiene 40 años de vivir en León XIII, celebra la apertura de los nuevos espacios recreativos que permiten a sus hijos y vecinos salir del ambiente negativo de la zona.
“Ahora queremos que nos ayuden a podar y quitar unos árboles que se prestan para asaltos. Tenemos la fe de que se pueda mejorar”, indicó.
Este plan es una iniciativa que cuenta con el respaldo de la Policía de Colombia.
Se trata de un proyecto que nació en Medellín, donde, en la lucha contra la delincuencia, la Policía hizo cambios en el entorno y ejecutó trabajo interdisciplinario. El giro fue enorme.
Por esa razón, la Embajada de Estados Unidos en ese país apoyó con más de ¢3.500 millones la puesta en práctica de la iniciativa. Aparte de la capacitación de los colombianos, donó al Ministerio de Seguridad de esa nación equipo de cómputo y un vehículo.
Renacer
En lotes que antes se encharralaban y terminaban siendo guarida de adictos e indigentes, hoy muchas familias van a hacer deporte o a llevar a los niños a columpiarse y deslizarse en toboganes.
Los problemas por falta de iluminación en esos espacios también se combaten en Tibás, cantón con el mayor número de habitantes por kilómetro cuadrado: viven 86.000 personas en 8,15 kilómetros cuadrados. Solo en León XIII, que es el distrito más densamente poblado del país, habitan 17.000 personas.
El viceministro de Seguridad, Eduardo Solano, explicó que la meta es que al final de esta administración, los 82 cantones estén dentro del plan que comienza con un diagnóstico exhaustivo de las causas de inseguridad.
“Los cantones que llevan más avance en el plan son Moravia, Desamparados, Montes de Oca, Alajuelita, Tibás y San José”, dijo Solano.
En el primer trimestre de este año comenzó el diagnóstico en Siquirres, Sarapiquí, Talamanca, Turrialba y Guácimo, mientras que este mes le corresponderá al cantón central de Puntarenas.
Para el programa “Sembremos Seguridad”, el Ministerio tiene 15 funcionarios a tiempo completo, pero la definición presupuestaria de la ejecución de los proyectos le corresponde a cada municipio.
“Salir de ambiente negativo”
Otro barrio que ha sido muy golpeado por las drogas es Anselmo Alvarado, en Colima deTibás. Allí los vecinos ya recibieron las primeras señales para la recuperación de espacios, y eso los entusiasma.
Los niños de la comunidad, en conjunto con la Fuerza Pública, pintaron un mural en la entrada del caserío, donde se implementará un plan de áreas verdes, iluminación y zona de juegos.
Otros que agradecen la rehabilitación de zonas verdes son los vecinos de Jardines, en Llorente de ese mismo cantón, donde una población de clase media y alta empezó a sufrir el embate del narcomenudeo hace unos años.
Una cámara de seguridad en el parque infantil de esa localidad, iluminación, agua, espacio para mascotas y máquinas de ejercicios, son parte de los beneficios.
Además de esa cámara, la Municipalidad de Tibás tiene otras 81 en todo el cantón y se controlan desde el centro de monitoreo en el telepuerto de Radiográfica Costarricense (Racsa), en Calle Blancos. Esto, con el fin de combatir mejor delitos como asaltos, pues en este cantón se registra un promedio de 40 al mes.
Lizette Umaña, vecina de Jardines, afirmó que la nueva atracción permite a las familias llegar a relajarse a esos sitios y eso, poco a poco, va ahuyentando la delincuencia.
“Había droga. Todavía a veces uno pasa y se percibe el olor a marihuana, pero como somos más familias, eso ha ayudado a que ellos se vayan”, afirmó la mujer, de 24 años, mientras disfrutaba del sitio con su hija Favianna.
En Cuatro Reinas, Fernando Guzmán, afirma que la presencia frecuente de patrullas cerca de los tres parques recuperados es indispensable para velar por las áreas verdes y la infraestructura nueva, así como para evitar las transacciones y el consumo de drogas que se dieron por años en esos sitios.
Que los niños vean en el policía a un amigo
La Fuerza Pública tiene entre sus programas preventivos los llamados La Mejenga y Cine en su Barrio. Estos consisten en organizar partidos informales de fútbol, y en proyectar películas infantiles con algún mensaje de valores. En una pausa, a mitad de la mejenga o de la transmisión del filme, los oficiales brindan un mensaje de reforzamiento de valores.
Ambos buscan que los niños y jóvenes no vean a los policías como enemigos, sino como amigos que buscan su bienestar. Este año se han desarrollado más de 40 de estas actividades en barrios como Los Diques, Manuel de Jesús Jiménez y otros de Cartago.
Tales acciones buscan robar espacios al crimen organizado, que aprovecha la vulnerabilidad social de estos sectores para ofrecer droga a jóvenes y niños con el fin de convertirlos en adictos, mientras reclutan a otros en sus redes de distribución y venta de drogas.
“Al restar fuerza de crecimiento a las organizaciones narco, estas ya no son tan fuertes y eso redunda en menos luchas por control de territorio y menos homicidios”, afirmó el viceministro de Seguridad, Eduardo Solano.
Delitos varían según la zona
Los diagnósticos de cada cantón muestran como hay delitos que predominan en cada zona, aunque el narcomenudeo está presente en la mayoría de los cantones analizados.
De primera impresión, se nota que en las periferias de fincas situadas en Siquirres y Pococí, el problema principal son los asaltos y el narcomenudeo dentro de las fincas y en sus alrededores.
Otra situación curiosa ocurre en el cantón de Belén, en Heredia. Ahí no existen precarios ni asentamientos informales, pero se dan delitos como tachas de carros y asaltos, principalmente por parte de personas de un precario limítrofe llamado El Futuro, en Alajuela, afirmó el viceministro de Seguridad.
“Los análisis revelan que si se quiere atacar la causa de delincuencia en Belén, se debe trabajar en ese caserío (El Futuro)”, dijo Solano.
Por lo anterior, el municipio de Belén va a coadyuvar en las inversiones de recuperación de espacios y otros programas que se harán en ese barrio alajuelense.
Como contraparte, el Ministerio de Seguridad capacitó a los policías municipales de Belén para que desarrollen en los centros educativos de ese cantón los programas preventivos que antes brindaba la Fuerza Pública a niños y jóvenes.
También, en el cantón Central de Cartago se trabaja en el control de patentes de bares problemáticos, pues ahí se gesta mucha delincuencia.
Ahí todavía falta intervenir el precario de Los Diques, que se extiende al cantón de El Guarco.
Barrios josefinos en la mira
Con base en la política social del gobierno anunciada recientemente, se van a intervenir espacios públicos en puntos conflictivos de San José.
El Ministerio de Seguridad reforzará, en mayo, 14 barrios donde la incipiente recuperación de espacios requiere más presencia policial. Es el caso de León XIII de Tibás, Rincón Grande de Pavas, barrio Cuba, Las Gradas de Cristo Rey, en San José, y las ciudadelas Quince de Setiembre y Veinticinco de Julio, de Hatillo.
En Montes de Oca, los puntos por intervenir son la calle de la Amargura y las inmediaciones de la línea del tren en los alrededores de la Universidad de Costa Rica, sitios de alta incidencia de decomisos de droga, asaltos y tachas de vehículos.
Al cerrarse espacios, también se da el fenómeno de migración del hampa, por ejemplo, se ha visto que en Montes de Oca y La Unión muchos asaltos los cometen delincuentes de Desamparados.
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FUENTE: MINISTERIO DE SEGURIDAD Y MUNICIPALIDAD DE DESAMPARADOS. || E.E. INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Desamparadeños empoderados
El alcalde de Desamparados, Gilbert Jiménez, afirmó que los vecinos han creado brigadas que se organizan y comunican por medio de redes sociales, y usan cámaras de seguridad y sistemas de alerta. Todo esto, en paralelo con la recuperación de espacios públicos, les ha dado muy buen resultado.
“Hay lugares que antes eran imposibles de transitar, con hasta cuatro asaltos por día, y hoy están entre los lugares más seguros del cantón con una incidencia de cero. Eso es gracias a la unión de la comunidad y la Policía”, indicó Jiménez.
Citó sectores como La Granja en San Rafael Abajo, Los Dorado (al norte de la Municipalidad); Loto, El Jardín, San Jerónimo y otros.
En total, funcionan 70 comités de seguridad comunitaria en barrios donde regularmente realizan operativos la Policía Municipal y el Ministerio de Seguridad. En estos, erradican búnkeres y puntos de narcomenudeo.
Los esfuerzos de casi tres años les han permitido recuperar más de 100 áreas de charrales, botaderos de basura y zonas antes frecuentadas por delincuentes.
“No es posible que unos pocos se quieran adueñar y apropiar de lo que es de todos. Por eso, ahora los comités de vecinos se han empoderado y los cuidan”, dijo.
En ese cantón, que es de los más poblados del país, con 320.000 habitantes, se logró la mayor reducción de delitos en el país.
Jiménez pidió al Ministerio de Seguridad cumplir el compromiso de darles dos oficiales para que el centro de monitoreo con cámaras funcione las 24 horas, los siete días de la semana.
Quepos quiere su propia Policía
Quepos, el primer cantón de zona rural incluido en el proyecto desde el 2017, logró recuperar espacios y fomentar la cultura y los deportes, pero apenas están en ciernes su plan para contar con una mejor vigilancia así como el monitoreo con cámaras.
“Para integrar el plan de las cámaras, tenemos que contar con una sala en la delegación policial, pero esa delegación se está cayendo, está en malas condiciones”, dijo la alcaldesa, Patricia Bolaños.
Afirmó que se lograron recuperar espacios en Londres de Naranjito, el barrio Inmaculada y la parte costera, donde está la marina que va del puente de Quepos hasta Naomí. En el área del malecón se construyó un parque de patinetas y se promueven actividades culturales y programas de emprendedurismo.
En ese cantón del Pacífico central, la cantidad de indigentes es uno de los principales problemas y, según Bolaños, llegan de otras partes del país.
A ello se suman el narcomenudeo, la violencia doméstica, la vagancia y la prostitución, así como grupos organizados de transporte de droga en lanchas, por tratarse de un puerto con importante desarrollo pesquero.
La funcionaria también mencionó que alrededor del Parque Nacional Manuel Antonio hay gran cantidad de vendedores ambulantes, mayoritariamente extranjeros, que operan sin control y constituyen un problema por la falta de policías y de tráficos.
El turismo es la principal actividad de ese cantón puntarenense y su población, que ronda los 33.000 habitantes, recibe a diario más de 2.000 turistas.
La alcaldesa pidió apoyo al Ministerio de Seguridad mientras logran desarrollar su propia Policía Municipal.
El vicealcalde, Erick Cordero, afirmó que van a abrir pronto un parqueo público frente al municipio, con capacidad para unos 90 vehículos, para comenzar a obtener recursos que permitan conformar el cuerpo policial.
Otro programa en el corto plazo es la colocación de unos 400 parquímetros, que está a la espera del aval del Consejo Nacional de Vialidad y les generaría el 70% de cada infracción.
“Cuando eso esté listo, podremos cobrar a la población por el servicio de seguridad, pues la gente va a ver a los policías”, sostuvo.
Para él, la autonomía ayudará a mitigar los problemas de asaltos y hurtos.