Una prueba genética realizada en Nicaragua descartó ayer que un joven de 20 años fuera Francisco Javier Sánchez, conocido como Panchito, quien fue sustraído por su padrastro hace 13 años, fuera de la Escuela La Valencia en San Rafael Abajo de Desamparados.
Desde hace una semana Ángela Potosme, madre de Panchito, esperaba en Nicaragua el resultado del estudio, con la esperanza de que, esta vez, los análisis dijeran que sí era su hijo; sin embargo, no fue así y esto le sumó una nueva desilusión.
El joven, a quien sometieron al estudio, permanecía en el Hospital Regional Santiago de Jinotepe, luego de que, al parecer, fue víctima de un atropello.
El director del Instituto de Medicina Legal (ML) de Nicaragua, Zacarías Duarte manifestó ayer que el resultado de la prueba de ADN dio negativo y fue remitido a la autoridad que lo solicitó.
“Los resultados obtenidos son negativos. Se trata de pruebas sustentadas en protocolos internacionales, donde no hay margen de error. Todo está claro y se tiene un alto grado de confiabilidad”, explicó el médico vía telefónica.
El examen de ADN tiene como finalidad analizar si existe coincidencia en los códigos genéticos de dos personas.
Cursaba primer grado. La última vez que Ángela Potosme vio a su hijo Panchito fue el 28 de marzo del 2001, cuando vestía uniforme de escuela y llevaba, por dentro, el de Educación Física.
El último tema del que conversaron madre e hijo tuvo que ver con un sueño que tuvo Panchito, en que un perro negro lo seguía para morderlo, recordó Potosme en una entrevista hace dos años.
Por la desaparición del menor, quien llevaba mes y medio de cursar el primer grado, fue condenado a dos años de prisión Rónald José Alvarado Sandino, padrastro de Francisco Javier.
Alvarado fue sentenciado el 6 de febrero del 2003 por el delito de sustracción de menor y se ordenó su detención inmediata. Asimismo, se le prorrogó la prisión preventiva por seis meses.
Durante la explicación del por tanto, el juez penal de Desamparados, Carlos Salazar, dijo que el testimonio del chofer del autobús donde el niño iba a diario a la escuela fue vital, porque este insistió en que la última vez que lo vio fue al lado de Alvarado.
Nuevo fiasco. Con el resultado anunciado ayer, Potosme suma ya tres desilusiones durante el tiempo que ha buscado a su hijo.
La primera ocurrió el 29 de agosto del 2006, luego de que el Ministerio de Familia de Nicaragua (Mifamilia) descartara que que un menor hallado en ese país se tratara de Francisco Javier.
Dicho resultado fue emitido con base en una prueba de sangre. Ese menor se llamaba Édar Alberto García Núñez y es hijo de una mujer, quien habitaba en Diriamba, en Carazo.
En setiembre del 2008, en Playa Hermosa de Carrillo, Guanacaste, apareció un joven quien aseguraba a los lugareños que se trataba de Panchito y que había regresado a Costa Rica, luego de pagarle ¢25.000 a un coyote por el viaje.
La madre de Panchito vive en Guararí de Heredia y ha viajado a varias comunidades de Nicaragua como El Rama, Nueva Guinea, Muelle de los Bueyes y San Carlos para pegar retratos y buscar pistas. Colaboró Periódico ‘El Nuevo Diario’, Nicaragua