"Antes salían noticias de que mareros entraban a Costa Rica y todo el mundo se asustaba; ahora, tenemos mareros ingresando en el país todas las semanas y hay gente que lo ve normal. Hasta tenemos reincidentes".
Con esas palabras, José Elías Quesada, director de la Policía Profesional de Migración (PPM), explicó que, cada vez, se reportan más llegadas de mareros al país, al punto de que, entre el 2017 y mayo de este año, detectaron a cuatro pandilleros con repetido ingreso al territorio nacional.
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Esto quiere decir que estos cuatro salvadoreños, de entre 20 y 35 años, fueron deportados de Costa Rica pero, pese a ello, volvieron a ingresar de forma ilegal. Ellos forman parte de los 28 mareros que fueron arrestados por la PPM en ese mismo periodo.
Quesada no precisó cuándo ni en dónde fueron detenidos esos cuatro reincidentes, pero afirmó que esa situación preocupa a las autoridades.
"No recuerdo cómo funcionó en estos casos en específico, pero, generalmente, cuando los encontramos, hacemos consultas a El Salvador y a la Unidad de Maras y Pandillas del OIJ (Organismo de Investigación Judicial) y descubrimos que son mareros activos. Procedemos con su salida del país basándonos en la Ley de Migración", indicó.
Agregó que desconocen, a ciencia cierta, a qué vienen al país, pero tienen dos supuestos: huir de la conflictiva situación del Triángulo Norte (Honduras, El Salvador y Guatemala) o, bien, extender los dominios del grupo criminal e instalarse en Costa Rica.
"No nos podemos jugar el chance. Por eso es que nosotros damos la lucha para no permitir que se queden aquí y, si hay que sacarlos una, dos, tres o cuatro veces, lo vamos a hacer para ayudar a la seguridad ciudadana".
En ese sentido, Daguer Hernández, subdirector de Migración, explicó que el problema con el ingreso de mareros es que, por más que ellos busquen mejorar su estilo de vida, tienen "serias dificultades" para lograrlo.
"La única forma que tienen para ganarse la vida es cometiendo hechos delictivos. Entonces, vuelven a caer en lo mismo y eso no lo podemos permitir aquí. Hay que sacarlos", detalló.
La Ley General de Migración y Extranjería permite que las autoridades deporten a extranjeros que están ilegales o, bien, que expulsen a quienes representen una peligrosidad para el país.
Se intentó obtener un criterio del ministro de Seguridad, Michael Soto, pero, al cierre de esta edición, no fue posible contactarlo.
Más presencia
La presencia de mareros en el país cada vez es más alta: en todo el 2017, la Policía de Migración detuvo a 14 foráneos, mientras que, tan solo en los primeros cinco meses de este 2018, ya capturaron la misma cifra de pandilleros.
Según esa entidad, de los salvadoreños aprehendidos el año anterior, ya todos fueron deportados. De los mareros que cayeron este año, ocho fueron enviados a su país natal; los seis restantes están recluidos en el Centro de Aprehensión, en Hatillo.
De hecho, de los extranjeros deportados, dos fueron recibidos por la Policía de El Salvador, porque tenían condenas activas: uno, por homicidios; del otro se desconoce el delito.
El subdirector Hernández indicó que este incremento preocupa a las autoridades y explicó que por ello, desde setiembre del año pasado, ajustaron las revisiones de los documentos de los posibles mareros y mejoraron la comunicación con policías salvadoreños.
"El antiguo ministro (Gustavo Mata) emitió una alerta sobre la presencia de mareros en Costa Rica. Antes no se tenía un protocolo claro sobre este tema, entonces eso nos ayudó mucho".
Elías Quesada explicó que ese procedimiento consiste en que, cuando se detecta a una persona con tatuajes que los vinculan con las maras, realizan una consulta con los aliados internacionales.
"Les tomamos fotos a los tatuajes y a los documentos que presentan y preguntamos en El Salvador y ahí nos indican si los tienen como mareros activos. En caso de que sí, aplicamos la Ley de Migración", apuntó.
Buscan capacitación
Debido a que las maras van eliminando la idea de tatuarse como un sentido de pertenencia al grupo, las autoridades deben tomar cartas en el asunto.
"Obviamente el aspecto físico es muy importante para nosotros, nos da la sospecha inicial, pero si dejan de hacerlo, hay que buscar otros métodos para identificarlos", indicó Quesada.
Por ello, la Policía Profesional de Migración busca capacitarse en estos temas tanto con el OIJ como con las autoridades salvadoreñas.
"Estamos iniciando las conversaciones con nuestros homólogos en ese país, porque tenemos claro que el norte es capacitar a los compañeros", mencionó.
Casos recientes
- 20 de febrero del 2018: Un marero fue aprehendido por la Policía, luego de que al parecer intentó asaltar a una persona en Goicoechea.
- 4 de diciembre del 2017: Un hombre, de apellido Rivas, de 31 años, fue capturado mientras deambulaba por las calles de Filadelfia, en Guanacaste, porque al parecer estaba vinculado con la mara Salvatrucha de El Salvador.
- 7 de junio del 2017: Un hombre, de apellidos Alfaro Muñoz, de 26 años, fue detenido cuando estaba entre un grupo de vendedores ambulantes en San José centro. Él es oriundo de barrio La Vega de San Salvador y portaba tatuajes que lo vinculaban con las maras. Fue expulsado de Costa Rica.