“Cuando hablamos de Limón a la gente se le viene a la cabeza el Diablo, que diay... yo tengo toda la fe que este año ya podamos terminar con esa historia del Diablo (...) yo creo que ya estamos cerca y se va a dar un golpe certero en estos meses siguientes”.
Estas fueron las palabras del ministro de Seguridad Pública (MSP), Jorge Torres, al referirse a la posible captura de una de las personas más buscadas en Costa Rica, la cual, asegura, sucederá este año.
Se trata de la detención de Alejandro Arias Monge, conocido como Diablo, uno de los líderes criminales que más ha logrado extender su dominio en el narcotráfico durante los últimos años y que, a pesar de una intensa cacería que se ha extendido por meses, sigue en fuga hasta el día de hoy.
Incluso el 29 de enero pasado un enorme despliegue policial tomó Limón, con agentes por tierra y aire, pero la búsqueda resultó infructuosa.
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La historia de este sujeto se remonta a la tarde del viernes 28 de octubre del 2016, cuando salió de la cárcel La Leticia (hoy Carlos Luis Fallas), en Pococí de Limón, tras cumplir año y dos meses de prisión preventiva. En ese momento, estuvo preso por figurar como sospechoso de participar en dos asesinatos.
Esa fue la última vez que este individuo de 38 años y vecino de Campo Cinco de Cariari, estuvo bajo control de las autoridades. Luego empezó una meteórica carrera que lo llevó a ser señalado como un hombre violento, peligroso y a quien se busca para someterlo a la justicia, pues enfrenta cargos por homicidios, amenazas y narcotráfico, entre otros.
Su salida de la cárcel coincidió con un incremento de la inseguridad en varios distritos de Pococí como Cariari, la Rita, Roxana y Jiménez; así como otros lugares del vecino cantón de Guácimo, pues fueron víctimas de grupos organizados que atacaron camiones repartidores, minisúper y fincas ganaderas.
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Filtración policial
En julio del año anterior, al anunciar la conformación de una Dirección de Inteligencia y Análisis Criminal, el ministro de Seguridad Pública reconoció que Diablo logró penetrar los cuerpos policiales de Costa Rica y que eso le da ventaja ante un despliegue policial. Actualmente, el jerarca sostiene que su cercanía con las autoridades sigue complicando su captura.
“Hay filtraciones (de información) en todo lado. Ahí (en Limón) él controla mucho la zona, como es un hombre nacido y crecido ahí, la gente lo conoce. Él apoya mucho a las comunidades, lo típico a lo Pablo Escobar, lo protegen hasta los policías”, dijo.
Torres explicó que hasta a lo interno de su cartera debe haber mucha cautela al hablar sobre operaciones policiales contra este criminal, ya que destaca que se trata de un hombre con contactos que se mueve con mucha agilidad por las zonas rurales.
“Nosotros tenemos que hacer operaciones desde aquí (San José) y a veces ni decir a qué vamos, entonces eso nos vuelve más compleja la operación porque él se mueve en fincas y para llegar ahí no es fácil, hay que incursionar gente en la madrugada, caminar y un contingente de oficiales se nota, no es fácil. Él se mueve mucho a Nicaragua, regresa y se le facilita mucho la movilidad en la zona (Limón). Él se mueve mucho por las barras, conoce súper bien”, declaró el ministro.
Aunque la captura de Diablo ha sido muy complicada, el jefe de Seguridad confirma que sucederá en poco tiempo. “Ya pronto vamos a tener unos golpes certeros ahí en Limón”, reitera.
Burla a las autoridades
El 28 de marzo del 2019, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) identificó a Arias como el líder de una banda que robó más de 200 reses en menos de un año y aunque atraparon a varios de sus cómplices, él nunca apareció, a pesar de que varias veces allanaron su vivienda. Él supo con anticipación de los operativos.
Tras los fallidos intentos por capturarlo, tomó fuerza y ostenta de su poderío en redes sociales, al publicar fotos con armas automáticas, cuyo uso está prohibido en el país. Además, sus colaboradores lo secundaron también difundiendo fotos con armas y muchos billetes.
En un momento, lanzó amenazas a otros grupos delictivos, en la lucha por controlar territorios para la venta de drogas. Ofreció sumas millonarias a quien matara a rivales, de quienes dio sus nombres. Empero, fue hasta setiembre del 2020 cuando el nombre de Diablo, alcanzó notoriedad en el país, pues presuntamente difundió audios en los que amenazó con asesinar a agentes del OIJ y oficiales de la Fuerza Pública.
Ante esto, la reacción de los cuerpos policiales no se hizo esperar y anunciaron el lanzamiento de un fuerte operativo para capturarlo. Más de dos años después, el resultado de la cacería es nulo. Diablo sigue libre y más bien extendió sus dominios hacia otras partes del país.
En los últimos tiempos, se reveló que mantiene una sangrienta disputa con un individuo de apellidos Moreno Borbón, de 40 años, conocido con el alias de Pechuga, oriundo de la Rita de Pococí y calificado como líder de otra banda narco que también se dedicaba a cometer robos.
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De hecho, el ministro Jorge Torres confirmó que en la provincia caribeña hay hasta tres personas más peligrosas que Diablo.
“En Limón hay dos o tres personas mucho más violentas y capaces que el Diablo, que tienen inclusive la capacidad de ellos mismos ir a Colombia, traer la cocaína y tienen la ruta asegurada, y son costarricenses. Por eso se da tanta violencia en Limón”, concluyó.