Cinco de cada 10 reclusas de la cárcel El Buen Pastor tienen hijos menores de edad, reveló un estudio publicado este mes por la Unidad de Información y Estadística del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD).
El informe analizó a 575 presidiarias y determinó que el 87% está en edad activa y reproductiva (entre 18 y 49 años); un 90% de ellas ya son madres.
La mayoría (91%) cuenta con un nivel educativo de secundaria incompleta o menos y, antes de ingresar al centro penitenciario, el 73% de ellas se dedicaba a labores de limpieza, trabajos domésticos, comercio, al estudio o no tenían oficio conocido. Un 62% ganaba menos de ¢300.000 mensuales.
La principal causa por la que están presas son delitos contra la Ley de Psicotrópicos (57%), seguida por delitos contra la propiedad (27%) y contra la vida (9%). Un 76% purga condenas entre uno y nueve años, aunque la estancia promedio es de 2,5 años.
Consumo. Para el estudio se le consultó a las mujeres si el delito que cometieron está relacionado con drogas: siete de cada 10 contestaron afirmativamente. De ellas, el 81% fue por tráfico y otro 50% dijo que cometieron la falta para obtener para consumirlas.
La encuesta de percepción aplicada señaló que la sustancia que más se consume en el penal femenino es el tabaco, seguido por crack , marihuana y cocaína.
Luis Eduardo Sandí, presidente del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), dijo que esa entidad dará tratamiento a las reclusas adictas.
“Queremos establecer una atención pronta y de calidad, debido a que ellas sufren este estigma de mujer delictiva y adicta, así como por el rechazo, las dificultades económicas y sociales”, expresó Sandí.