Ciudad Quesada. Agentes del OIJ de La Fortuna de San Carlos capturaron ayer a un sujeto como sospechoso de violar de manera reiterada durante los últimos tres años a una de sus hijas, quien en la actualidad tiene 11 años.
El arresto del hombre, de apellido Sequeira y 31 años, se produjo cuando este laboraba en una construcción en la comunidad de Aguas Zarcas, situada 19 kilómetros al este de Ciudad Quesada.
La aprehensión de Sequeira ocurrió cuatro días después de que la escolar decidió ignorar las amenazas de muerte que, supuestamente, le lanzó su padre en caso de que lo denunciara.
Una vez detenido, Sequeira fue remitido a la Fiscalía de La Fortuna, donde será indagado hoy.
En las próximas horas, un fiscal podría pedir prisión preventiva contra el hombre.
Revelación a la madre. Según la versión del OIJ, fue la madre quien notó a su hija triste y muy alejada de su progenitor.
El lunes pasado, entre llantos, la menor rompió su silencio de tres años y contó todo lo que, al parecer, el papá le hacía con frecuencia, aprovechando que su esposa salía por diferentes motivos.
Las violaciones ocurrieron en la humilde casa de la familia, situada en La Tigra de San Carlos.
A raíz del calvario que sufrió en tres años, la víctima se opuso a que el pasado miércoles fuera examinada por un médico forense en la Unidad de Medicina Legal de Ciudad Quesada. Por eso, fue trasladada al Complejo de Ciencias Forenses en San Joaquín de Flores, Heredia, donde la atendió una mujer.
“Esa actitud de la menor de rechazar a los hombres es propia de una víctima de ultraje sexual”, manifestó Gerardo Gutiérrez, jefe del OIJ en La Fortuna.
El jefe policial agregó que la escolar será atendida por un equipo de profesionales en Psicología y Trabajo Social, como señala el protocolo para casos como este.
Otros casos. El nuevo hecho se produce dos semanas después de que otra niña de siete años fuera agredida sexualmente por su padrastro dentro de una vivienda, en un precario al norte de Ciudad Quesada.
El sospechoso descuenta prisión preventiva en una cárcel de San José, adonde fue enviado por razones de seguridad, ya que otros reclusos de la cárcel de La Marina de San Carlos advirtieron que si era llevado allí le darían una paliza.
Además, la semana anterior, en Puerto Escondido de Pital, un peón agrícola fue detenido como sospechoso de cometer abuso sexual en perjuicio de una cuñada menor. En San Carlos hay una alta incidencia de delitos sexuales y los niños son las principales víctimas, dijo Marianela Soto, abogada del Patronato Nacional de la Infancia.