El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detuvo a un policía de la Fuerza Pública que, al parecer, está vinculado con una organización que sustrajo 17 armas de fuego de la delegación de Jicaral, en Lepanto de Puntarenas, el 2 de mayo del 2017.
La captura se realizó este miércoles por la mañana en isla Venado, donde actualmente estaba destacado el hombre, identificado con los apellidos Suárez Jiménez.
De acuerdo con la Policía Judicial, cuando ocurrieron los hechos el agente se encontraba de guardia en Jicaral, por lo que presuntamente suministró información a sus cómplices sobre los caminos que podían tomar y el momento propicio para cometer el atraco.
"Al momento en que se da la situación este policía estaba de guardia y procede, junto con otro compañero, a sacar una unidad supuestamente para realizar una diligencia o un recorrido, cuando se aleja de la delegación y deja un único compañero, tiene contacto con los sospechosos y estos saben que hay un momento de vulnerabilidad para lograr accesar a la delegación de Fuerza Pública y proceder al robo de esta importante cantidad de armas", explicó Michael Soto, subdirector a. i. del OIJ.
Suárez tiene casi siete años de laborar para la Fuerza Pública (ingresó el 16 de mayo del 2011) y, según Seguridad Pública, se debe esperar el proceso penal para determinar qué tipo de acciones administrativas se tomarán.
Soto precisó que hasta ahora no han localizado las armas de fuego sustraídas, que son: dos fusiles de asalto AR-15, nueve pistolas nueve milímetros y seis calibre .38.
Añadió que se cree que las mismas fueron colocadas fuera de Costa Rica, tomando en cuenta que, al tener siglas de la Policía, es más fácil localizarlas en territorio nacional.
Además de Suárez, las autoridades detuvieron a otras cinco personas en varios allanamientos, en los que se decomisaron teléfonos celulares, el vehículo utilizado para cometer el robo y una pistola nueve milímetros que no es de las sustraídas en mayo.
Sujetos conocidos por las autoridades
Los miembros de la banda que cometió el asalto no son desconocidos para las autoridades policiales, todos tienen antecedentes criminales y, al parecer, han actuado con otros individuos en hechos delictivos en la zona Atlántica.
Michael Soto mencionó que, aunque la cantidad de personas que actúa en cada hecho es variable, los cabecillas siempre son los mismos.
El líder del grupo fue identificado con los apellidos Arce Arias, de 29 años y con antecedentes por homicidio. Él se encontraba en Barranca, Puntarenas.
En tanto, en Santa Ana, San José, se detuvo a un sujeto apellidado Granados Sandí, de 29 años y con antecedentes por robo y portación ilegal de arma permitida.
Otro individuo, identificado como López Arguedas, también de 29 años, fue aprehendido en Pavas y, en Alajuela capturaron a Arias Elizondo, de 25.
Las autoridades también aprehendieron a una mujer de apellidos González Borbón, quien al parecer también participó en el robo, en el que se prevé que hubo una planificación detallada.
"Obviamente hay una planificación importante para tener un contacto de una persona que labora dentro de misma Fuerza Pública. También para tener vehículos disponibles, conocer las rutas –porque estas personas no son de la zona–, y saber en qué momento salía la unidad policial, quedaba solo una persona y cómo desplazarse para salir de la zona", expresó Soto.
Horas después del asalto, que se dio a las 12:18 a. m., se ubicó un carro similar en esa región; sin embargo, en esa ocasión solo se tomó el nombre de sus ocupantes y sus datos de contacto y se les dejó seguir el camino, debido a que no existían los elementos suficientes para vincularlos con los hechos.
Empero, la investigación posterior permitió establecer la ubicación de los teléfonos y hacer reconocimientos físicos de los sospechosos.
Los hechos
Los hechos por los que se realizaron los allanamienos este miércoles ocurrieron el 2 de mayo del 2017, cuando varios sujetos asaltaron la delegación de la Fuerza Pública en Jicaral de Puntarenas.
El atraco se registró cuando solo se encontraba un oficial de guardia, mientras que los otros policías estaban en labores de patrullaje.
De acuerdo con las autoridades, los delincuentes utilizaron a un hombre como señuelo, quien llegó a la delegación a pedir ayuda. Una vez que el oficial que estaba en el lugar le abrió la puerta, entraron otros tres hombres con armas de fuego en mano, lo golpearon, lo desarmaron, lo obligaron a abrir la armería y luego lo esposaron a una mesa.
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Seguidamente, los hampones robaron lo que estaba dentro de la bodega y huyeron del sitio en dos vehículos.
Minutos después del atraco, dos testigos llegaron, asistieron al policía y alertaron a las autoridades correspondientes.
Para esos días, en la delegación de Jicaral laboraban 31 oficiales en turnos diferentes. Ellos deben cubrir las zonas de Cabo Blanco, Lepanto y Playa Naranjo.
A diferencia de otras delegaciones más grandes, en aquel momento el viceministro Juan José Andrade explicó que en estas instalaciones no hay personal dedicado exclusivamente a la armería, debido a la falta de recurso humano.
Aquel día, la Policía hizo un operativo para detener a los responsables, el cual implicó retenes en las carreteras que comunican Jicaral con Guanacaste.
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Información actualizada a las 5:35 p. m. con más datos del OIJ.