Un ciclista molesto con un chofer de la empresa Lumaca que tocó la bocina, se acercó a la ventana del autobús y con una pistola de balines, le disparó al conductor en la cara.
Aquel hecho sucedió a las 6:16 a.m. del 23 de mayo del 2018 en avenida 10, frente a la instalaciones de Acueductos y Alcantarillados en el centro de San José.
Producto de la agresión, el chofer del autobús Carlos Madrigal Ulloa, de 35 años, perdió el ojo izquierdo, donde recibió el impacto. El ciclista huyó del lugar.
El incidente es para el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) el más grave que tiene registrado en los últimos 12 meses a consecuencia de las “pequeñas diferencias” que se presentan todos los días en las saturadas calles.
Paúl Hernández Araya, de la sección de Delitos contra la Integridad Física, Trata y Tráfico de Personas del OIJ, informó de que este año se registran 15 denuncias por discusiones en la calle que generaron una riña en la cual, alguno de los participantes sufrió una lesión.
“Los conductores están tomando sus decisiones de una manera muy precipitada. Se someten a dilucidar las diferencias entre ellos mismo, hay golpes y esos se pueden denunciar. Al darse un daño a la integridad física de la persona, tiene que saberse que cierto tipo de agresiones son delitos que pueden ser agresiones con armas e incluso tentativa de homicidio”, explicó Hernández.
Según las estadísticas del OIJ, nueve de los casos denunciados esta año sucedieron en San José, cinco en Alajuela y uno en Puntarenas.
En seis de los casos en San José se utilizaron armas de fuego, en un caso arma blanca (cuchillo o puñal) y en dos, un objeto contundente, como una llave de rana.
“Es importante llamar a la concientización, a la armonía social, por cuanto esta no es la vía correspondiente para que las personas puedan dilucidar las diferencias y resolverlas en ese momento”, agregó.
En el caso sucedido en perjucio del conductor del autobús de Lumaca, luego de siete meses de investigación, los agentes del OIJ lograron identificar al ciclista que ocasionó a Madrigal la pérdida de un ojo.
Se trató de un hombre de apellidos Castro Enriquez de 23 años, a quien capturaron el 13 de diciembre cuando pasó en la bicicleta por el mismo sitio donde se dio la agresión.
La víctima lo identificó en una diligencia de reconocimiento. En la actualidad, se encuentra descontando medidas cautelares diferentes a la prisión preventiva, en espera de la realización de un juicio. El arma no apareció.
Versión de conductor
Carlos Madrigal, en declaraciones que brindó al periódico La Teja en diciembre pasado, aseguró que el incidente lo tomo de una manera positiva, pero sobre todo lo llevó a aceptar que hay cosas que ya no puede hacer, como el conducir de noche.
Sobre lo que sucedió en mayo dijo: “Los últimos pasajeros se bajaron, unos cien metros antes de que me dispararan. Yo iba por el carril derecho, así que me tocaba virar hacia la izquierda por lo que puse la señal, pero el ciclista se colocó en un punto ciego y no lo veía, pero de pronto lo observé y lo único que hice fue tocarle la pitoreta, pero a él no le gustó.
“El semáforo se puso en verde, él siguió y yo doblé hacia la izquierda, pero a los cien metros el muchacho de la bici me estaba esperando y haciéndome señas con la mano, yo no le respondí nada, me puse a acomodar la espuma y cuando regresé a mi posición normal vi que sacó el arma y me disparó.
“Sentí que ese hombre tenía un cierto odio a la vida, andaba mal, viendo con quién se desquitaba. No quiero que nadie más pase por esta situación que afronto. Imagínese que pude ver bien durante 34 años y ahora perdí un ojo, la vida me cambió. Solo espero que haya justicia y que ese tipo no ponga la vida de otros en peligro”, manifestó el chofer.
Un homicidio
Aunque no figura dentro de esta estadística, otro caso que comenzó como una diferencia en la vía concluyó no en agresión, sino en homicidio.
El 1.° de abril, una discusión entre un motociclista y un taxista informal terminó con la muerte del primero, en San Pedro de Santa Bárbara de Heredia.
Al parecer, el chofer de la moto le reclamó al conductor del carro porque irrespetó una señal de alto.
Este intercambio, habría provocado que el segundo lo persiguiera, lo embistiera y le pasara por encima.
Por el hecho, un hombre de 71 años, de apellidos Cordero Vega, cumple dos meses de prisión preventiva.