El exjefe de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), Eduardo Trejos, asegura que durante sus tres años al mando de la entidad nunca pasaron más de 48 horas sin que autoridades de Países Bajos (Holanda) alertaran a Costa Rica cada vez que caía un cargamento de droga en sus puertos.
Por eso le sorprende que en mes y medio, desde el 22 de agosto anterior, el Gobierno no supiera que se había decomisado media tonelada de cocaína en Róterdam. Este lunes, en conferencia de prensa, el ministro de Seguridad, Mario Zamora, alegó que fue apenas ese día que supo del alijo y que fue gracias a la publicación de La Nación. Alegó que ninguna instancia policial o judicial de aquel país notificó la situación.
“En mi tiempo como Director de la DIS teníamos contacto con nuestras contrapartes en Países Bajos que nos informaban de los decomisos de droga que se efectuaban en sus puertos. Esa información se compartía con la PCD para abrir líneas de investigación local.
“Desde la DIS teníamos comunicación con las autoridades de Países Bajos y nos reportaban unas horas después los decomisos de drogas en sus puertos”, manifestó el exfuncionario en entrevista con La Nación.
Por eso, y dado el tiempo transcurrido desde que se decomisó la droga, hace 47 días, no descartó que otras remesas de drogas hayan salido de Moín.
Trejos, quien dirigió la DIS de setiembre del 2018 a setiembre del 2021, enfatiza que es altamente improbable afirmar que la mera existencia de escáneres impedirá la salida de un solo kilo cocaína de nuestro país. Explicó que los escáneres no son infalibles y que las personas a cargo de interpretar las imágenes generadas por los dispositivos deben estar muy bien capacitadas para su correcta lectura.
“No sirve de nada tener 15 escáneres si no contamos con personal altamente capacitado para utilizar el software que emite alertas cuando surgen dudas y requiere una reinterpretación para detectar cambios en los patrones de movimiento y descartar falsas alarmas”, comenta.
De manera similar, argumenta que someter al escaneo el 100% de las cargas provoca un desgaste innecesario en los equipos debido a la falta de discriminación. Sugiere que una policía especializada puede optimizar los recursos, como se hace en otras regiones, donde solo se somete a escaneo cuando existen razones razonables para sospechar de la presencia de drogas.
Insiste en la necesidad de un enfoque más selectivo que evite el uso excesivo de equipos y personal, permitiendo dedicar mayor atención a las cargas destinadas a países estratégicos. Propone soluciones mixtas que incluyan el uso de escáneres, perros entrenados y personal capacitado para el perfilamiento y la interpretación de imágenes.
Recomendó afinar los sistemas de comunicación con las policías internacionales de países que reciben nuestros productos de exportación, porque si la información de un decomiso no llega en 24 o 48 horas después, surge una falencia muy importante.
Este lunes, el ministro Zamora aseveró que ninguna autoridad de Países Bajos le informó sobre el alijo y se enteró del mismo por la prensa. Empero, el OIJ, ante consultas de este medio, informó que existen coordinaciones policiales internacionales y que las acciones operativas se comparten a través de Interpol y de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, “a la brevedad”.
Precisamente, esa instancia de Naciones Unidas consignó el decomiso desde el 22 de agosto.
Trejos también llama la atención sobre la disminución de las confiscaciones de dólares y otros recursos del narcotráfico. Sostiene que algo no funciona correctamente y exige que las autoridades competentes realicen una revisión exhaustiva.
Afirma que la producción de cocaína ha aumentado entre un 10% y un 15%, mientras que las fuerzas policiales han incautado casi la mitad de droga en comparación con la administración anterior. Esto sugiere que el narcotráfico continúa, ya que no existen pruebas de lo contrario. Por lo tanto, los carteles persisten en sus intentos de ocultar droga en medio de productos de exportación.